Despidos, aumento de precios, miedo a lo que viene: así es como los líderes fuertes mantienen el barco estable Las empresas navegan en aguas turbulentas y la mayoría se siente insegura e inestable. Recordar estas seis cosas te ayudará a llevar el barco a puerto seguro.
Por Amy M Chambers
Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales

Estamos viviendo tiempos inciertos e inestables. Durante el último año, organizaciones de todos los tamaños han experimentado despidos o se han visto afectadas por el aumento de los precios.
Los empleados de todos los niveles, desde cargos iniciales hasta ejecutivos senior, se sienten ansiosos o inseguros sobre el futuro y no pueden predecir cómo los presionarán los factores económicos y políticos. Si esto te resulta familiar y estás luchando por saber cómo liderar mejor, aquí hay seis cosas que deberías recordar.
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1. Todo empieza con el liderazgo
Trata bien a tus empleados. En tiempos como estos, es probable que tus empleados estén asustados o preocupados. Quieren escucharte. Mantener un diálogo abierto, una comunicación constante e invertir en ellos es más importante que nunca. Recuérdales que el cambio no es algo malo: es constante, y es la manera en que aprendemos y crecemos. Reafírmalos haciéndoles saber que siempre hay un lugar para los que tienen un alto rendimiento.
También es importante reconocer que tus empleados no solo te necesitan a ti: tú también los necesitas a ellos. Empleados empoderados, seguros y con confianza te ayudarán a resolver tus problemas más grandes. Involucrarlos en procesos de lluvia de ideas y toma de decisiones te permitirá llegar a mucho mejores soluciones.
Muchas veces, tus empleados están más cerca de los puntos críticos y comprenden mejor que nadie el clima y el contexto actuales. Saben y ven cosas que incluso los líderes senior no alcanzan a notar. Programar sesiones tanto formales como informales con ellos para generar ideas los mantiene comprometidos y enfocados en ganar, contra todo pronóstico. Eso es justo lo que necesitas ahora. Así que haz del liderazgo una prioridad.
2. La mentalidad importa más que nunca
Henry Ford lo dijo mejor que nadie: "Tanto si crees que puedes como si crees que no puedes, estás en lo cierto". Este no es momento para empezar a dudar de ti mismo ni de tu empresa. Tener una mentalidad de abundancia (en lugar de una mentalidad de escasez) funciona.
El dolor es inevitable, pero el sufrimiento constante es opcional, una elección. Las dificultades, la adversidad, los retos y los errores son lo que nos hace evolucionar. Aprende a enfocarte solo en lo que puedes controlar. No puedes controlar las circunstancias externas, pero sí puedes controlar cómo respondes a ellas.
Es en tiempos como estos cuando te fortaleces, así que puedes elegir entusiasmarte con la forma en que estos momentos te transformarán a ti y a tu negocio. Son los líderes que piensan así los que saldrán victoriosos.
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3. Revisa a diario tu visión, misión y valores fundamentales
En tiempos de cambio, muchas empresas entran en pánico y reaccionan de forma impulsiva. Vivir de acuerdo con la visión, misión y valores fundamentales de tu empresa garantiza que no cambies el rumbo y te mantengas en la dirección correcta. Volver a lo esencial (por qué existes, qué haces mejor y cómo lo haces) ayudará a que tu empresa, y tu equipo, se concentren en lo que realmente importa y evitará que tomes decisiones a largo plazo basadas en circunstancias temporales.
En momentos como estos, es común que las empresas pierdan de vista lo más importante. Mantenerse fiel a lo que haces mejor y a tu esencia evita la tentación de desviarte del camino. Muchas empresas fracasan en estas etapas porque recortan costos de forma drástica, lo que termina afectando aspectos como la calidad y el servicio.
Pero hay un límite inferior al recorte de costos, mientras que no hay techo para el crecimiento de ingresos. Así que, en lugar de enfocarte en cortar, encuentra nuevas formas de hacer negocios que sigan alineadas con tu visión y tus valores. De esta forma, tus clientes seguirán reconociéndote como el gran proveedor que siempre has sido.
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4. Conoce a tus clientes
Nunca subestimes la importancia de conectar con tus clientes en tiempos como estos. Muchas empresas están enfrentando fuertes vientos en contra y se han visto obligadas a subir precios debido al incremento de sus propios costos operativos. Esto siempre pone en riesgo la demanda por parte del consumidor.
El precio solo es un problema cuando no hay valor. Anticiparte a las necesidades cambiantes de tus clientes, especialmente con tiempo, y responder a ellas garantiza que el intercambio de valor que ofreces continúe, incluso frente al incremento de precios. Estar un paso adelante de las necesidades de tus clientes también te da información clave sobre cuándo tus productos deben cambiar para adaptarse a las demandas del mercado. Por eso, la experiencia del cliente es fundamental.
En tiempos económicos difíciles, tus clientes podrían hacer menos negocios contigo (y con tus competidores). Muchas veces, las relaciones más sólidas y personales son las últimas en romperse, así que trabaja para volverte indispensable. Comunícate con tus clientes más de lo habitual. Recompénsalos tanto como puedas. Enfócate menos en lo que recibes y más en lo que ofreces. Al igual que con tus empleados, establece un diálogo regular con ellos. Pregúntales abiertamente qué necesitan y qué desean. Pide retroalimentación y pregúntales cómo están. Las empresas que hacen esto serán las últimas en ser reemplazadas o eliminadas de la cartera de sus clientes.
5. No solo trabajes para el negocio; trabaja en el negocio
Es fundamental dedicar más tiempo de lo habitual a la estrategia y a la planificación del futuro. Reserva momentos tranquilos y privados para visualizar proactivamente lo que viene. Muchos líderes solo viven en el presente; reaccionan y dedican todo su tiempo a hacer, en lugar de dedicar al menos una o dos horas a la semana para imaginar y soñar. Mejorarás en lo que haces al dedicar tiempo a pensar en por qué y cómo haces las cosas.
Si no te das tiempo para anticipar el futuro, siempre estarás en modo reactivo. Pausar para considerar proactivamente el panorama general es lo que te permite ser agente del cambio, en lugar de solo reaccionar a él. Dedicar unas cuantas horas a la semana a este proceso creativo es lo que te hace adaptable, innovador y con recursos.
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6. Las alianzas lo son todo; vive y respira
En lugar de ver a quienes compiten en tu mismo espacio como rivales, busca maneras de desarrollar sinergias, cooperar y aprender de ellos. Resulta sorprendente cómo la suma de las partes suele ser mayor que el todo. El éxito es una actividad en equipo, no un deporte individual.
En casi todos los deportes o negocios, los ganadores no triunfan solos; rutinariamente encuentran formas de colaborar y conectar. No se aíslan ni viven en una isla. Dedican tiempo intencionalmente a hacer networking con otros en sus industrias o sectores para compartir e intercambiar ideas. Incluso puedes involucrar a tus proveedores para considerar nuevas o mejores formas de mejorar lo que ya haces. Este tipo de alianzas aumenta tus posibilidades de éxito.
Los tiempos son difíciles, pero los líderes y empresas que practican estas seis acciones aumentan drásticamente sus oportunidades de éxito, especialmente cuando las aplican de manera constante.
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