Entrevista: la importancia de fomentar la salud mental para lograr espacios sanos y seguros en los entornos laborales Una startup que ayuda a las organizaciones a mejorar la salud mental de sus empleados y a crear entornos de trabajo más saludables.
Por Julián Tabares
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La Organización Mundial de la Salud reveló en un estudio reciente que, a nivel global, se estima que las pérdidas en la productividad en las empresas causadas por la ansiedad y la depresión ascienden hasta un $1 billón de dólares anuales.
Crear estrategias para asegurar entornos laborales seguros, reduciendo los altos índices de estrés que sufren muchas personas, es fundamental no solo para generar bienestar en los empleados de las compañías, sino también para mejorar los indicadores en los resultados de las mismas.
En entrevista con Juan Camilo Moreno, cofundador y CEO de Munia, una startup que redefine el bienestar en el trabajo con soluciones innovadoras de base tecnológica que mejoran, alivian y protegen la salud mental, tuvimos la oportunidad de hablar sobre este tema. A continuación, sus puntos de vista.
¿Por qué es importante fomentar la salud mental en los entornos laborales?
En los últimos años y detonado por la pandemia sanitaria del COVID-19, el bienestar mental en los entornos laborales ha ganado una atención significativa, y con razón. El lugar de trabajo es donde la mayoría de las personas pasa gran parte de su tiempo, y su impacto en la salud mental puede ser profundo, lo que a su vez repercute en su calidad de vida.
En el ámbito laboral, la salud mental influye directamente en el rendimiento, la motivación, la satisfacción y la productividad de los trabajadores, es causal del ausentismo laboral y el motivo número uno del aumento de la tasa de rotación en las empresas (tasa que ha aumentado en un 12% desde el 2022).
Solo por mencionar algunas cifras, en el año 2023 en un país como España, el costo médico del ausentismo laboral para las empresas fue de €39 billones, cifra que representa el 3.2% del PIB (la inversión en I+D fue del 1.2 del PIB). Estos dos factores (el ausentismo laboral y la rotación) deterioran la marca empleadora y repercute en los tiempos de captación de talento calificado que han tenido un aumento del 33% desde 2022.
Hoy, el 30% de la población laboral activa tiene algún diagnóstico relacionado con salud mental (altos niveles de estrés, ansiedad o depresión). Se estima que una de cada dos personas laboralmente activas en algún momento de su etapa laboral va a recibir algún diagnóstico relacionado con el deterioro de su salud mental y el 50% de esos diagnósticos no va a recibir el tratamiento adecuado.
Así que estamos hablando de algo que al ser desatendido y poco considerado por las empresas, representa una implicación directa en la operación financiera de la empresa, por ende en la capacidad de conseguir resultados, en su competitividad, entre otros factores.
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¿Qué estrategias se deben implementar para lograr resultados positivos?
Nuestra estrategia se basa en un diseño 360 en el que brindamos todas las herramientas necesarias para generar un impacto positivo en la salud mental de los trabajadores.
Primero, el compromiso de la alta dirección es fundamental. Los líderes deben ser los primeros en mostrar interés y compromiso con la salud mental de sus empleados. Es importante que comuniquen de manera transparente los objetivos y beneficios de estas iniciativas a todos los niveles de la organización, así como asignar recursos económicos y humanos para implementar y mantener los programas.
Luego es necesario realizar una evaluación de las necesidades mediante un diagnóstico inicial del estado real de bienestar dentro de la empresa. Esto implica conocer los motivos precisos que afectan y deterioran la salud mental, así como entender los deseos y necesidades reales de las personas en lo que respecta a su bienestar.
La personalización del programa también juega un papel clave. La tecnología permite ofrecer diversas opciones capaces de atender y satisfacer las necesidades únicas de cada trabajador, demostrando flexibilidad, capacidad de adaptación y versatilidad en las estrategias adoptadas.
Fomentar una cultura de bienestar es otro aspecto crucial. Se debe crear un ambiente donde los trabajadores se sientan cómodos para hablar sobre sus problemas de salud mental, eliminando los tabús sobre este tema y fomentando una cultura de apoyo y comprensión.
Además, es importante formar a los líderes y sensibilizar a los trabajadores, equipando a los líderes con las herramientas necesarias para identificar señales de problemas de salud mental en sus equipos y brindar el apoyo adecuado.
Finalmente, se debe definir y seguir indicadores para medir el impacto de las iniciativas de salud mental. Estos pueden incluir aspectos como el ausentismo, la rotación de personal y la satisfacción laboral.
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¿Por qué las estrategias convencionales con que se venía atendiendo esta situación no están siendo efectivas?
Así como transformación digital ha ido transformando la forma en la que las personas se comunican o interactúan, los hábitos de consumo y la manera en la que las personas interactúan con las marcas, de la misma manera ha ido transformando la forma como las personas están interactuando con las empresas y con sus trabajos.
Hoy por hoy una persona es capaz de dejar de participar de un proceso de selección si la empresa no está alineada con sus principios o si aún no está implementando estrategias en sus programas de bienestar alineadas con las nuevas necesidades o interés de las personas.
Para las personas hoy es determinante poder encontrar un equilibrio entre su vida personal y laboral, reducir el impacto del trabajo en su calidad de vida a partir de flexibilidad horaria o modalidades híbridas de trabajo. Sumemos la agravante que por primera vez en la historia en los entornos laborales hay tres generaciones (baby boomers, millennials y Generación Z) compartiendo en proporciones similares (se estima que para 2025 el 33% de la población laboral será Generación Z) y cada una de estas generaciones tienen motivaciones y una percepción del trabajo diferente.
Por ello las estrategias convencionales por un lado no satisfacen las necesidades y tendencias actuales, pero sobre todo, muchas, al ser acciones cualitativas, no permiten a los departamentos de recursos humanos, bienestar o cultura organizacional hacer una medición veraz de sus estrategias lo que a su vez, les dificulta mostrar a las áreas gerenciales de las empresas el impacto de las mismas o su ROI.
¿Cuáles son las deficiencias que presentan los líderes al tratar este asunto en sus organizaciones?
Esta pregunta es muy importante y aprovecho para mencionar algo interesante que arrojó un estudio reciente realizado por Gartner titulado Las prioridades de los líderes de recursos humanos para 2025, en este, el 75% de los líderes de estos departamentos encuestados afirmaron que los líderes de las diferentes áreas de sus empresas no estaban lo suficientemente preparados para gestionar los cambios que se están enfrentando en el entorno laboral en lo que respecta a las necesidades de bienestar y atención a la salud mental.
Así que, en ese orden de ideas, el primer paso es hacer del bienestar y la salud mental parte de la cultura organizacional. A partir de este principio, se debe brindar a los líderes habilidades y competencias socioemocionales para que sean capaces de gestionarse a sí mismo y a su entorno. Luego diría que es necesario empezar a desmitificar todas esas ideas concebidas que hay en torno al cuidado de la salud mental y naturalizar acudir a un psicólogo.
Hemos visto por ejemplo casos en algunas empresas en las hemos implementado nuestros servicios, que las personas se abstienen inicialmente en agendar sus sesiones online con psicólogos, coaches o mentores porque piensan que es una medida tomada por la empresa para eventualmente prescindir de ellos.
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¿Cómo puede la tecnología ser una gran aliado para enfrentar los problemas de salud mental en entornos laborales?
Los beneficios que trae la tecnología a una empresa para cuidar y atender la salud mental de sus trabajadores, desarrollar competencias socioemocionales y fomentar el desarrollo de la inteligencia emocional e incluso la inteligencia financiera, son múltiples.
Hoy en día, la tecnología permite personalizar el alcance de los servicios tecnológicos. Esto facilita invertir en bienestar de manera escalonada y democratiza el acceso a estas estrategias, haciéndolas disponibles no solo para grandes empresas. Esto es especialmente relevante en América Latina, donde entre el 90% y el 95% de las empresas son PyMEs (esta métrica también se aplica en España).
Además, la tecnología permite generar datos en tiempo real y precisos, así los departamentos de recursos humanos pueden hacer un análisis de sus estrategias y de su inversión, analizar los niveles de bienestar individuales, por áreas y de toda la empresa en general e incluso contrastar los niveles de bienestar con los niveles de productividad. A su vez, la tecnología permite que se superen barreras geográficas, acceder a servicios sin restricción de horarios.
