Katie Perry, una diseñadora australiana, demanda a Katy Perry por el uso de su nombre Un juicio en Australia enfrenta a dos mujeres con el mismo nombre. La disputa por la marca Katy Perry podría redefinir las reglas de propiedad intelectual.

Dos mujeres que comparten el mismo nombre, pero que provienen de industrias muy distintas, son las protagonistas de un enfrentamiento legal en Australia.
Una de ellas es Katie Perry, una diseñadora de moda australiana con una marca registrada bajo su nombre; la otra es Katy Perry, la famosa cantante pop.
De acuerdo con The New York Times, el Tribunal Superior de Australia se encuentra revisando el caso, después de que un tribunal de apelaciones anuló una decisión previa en favor de la diseñadora.
El origen de la disputa data de 2009, cuando Katy Perry —la cantante— alcanzó una fama internacional con su éxito "I Kissed a Girl" y se estableció como un ícono en la música pop global.
En ese entonces, Katie Perry —la diseñadora— ya había registrado su marca para una línea de ropa, después de haber lanzado su empresa en 2006.
A pesar de los intentos de la cantante por llegar a un acuerdo con la diseñadora, las negociaciones no fueron fructíferas y, en 2019, Katie Perry demandó a la cantante por infracción de marca registrada.
La diseñadora alegó que Katy Perry había violado su marca registrada en Australia al vender productos de merchandising con su nombre durante sus giras por el país. La diseñadora había registrado su marca en 2009, antes de que la cantante alcanzara la fama en Australia, lo que, según ella, le daba prioridad sobre el uso del nombre en ese mercado.
Mientras tanto, los representantes de Katy Perry afirmaron que intentaron llegar a un acuerdo con la diseñadora, pero Katie Perry rechazó cualquier oferta.
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En 2023, el Tribunal Federal de Australia falló a favor de la diseñadora, señalando que la cantante no tenía derechos comerciales sobre el nombre Katy Perry en lo que respecta a la moda y el merchandising en el mercado australiano, pues no tenía una reputación relevante en ese campo en ese momento.
Sin embargo, este fallo fue apelado y, en 2024, el tribunal de apelaciones anuló la decisión, argumentando que la marca registrada de Katie Perry nunca debió haber sido concedida.
El caso ahora en manos del Tribunal Superior no solo definirá el destino de una marca, sino que podría sentar un precedente clave en materia de propiedad intelectual. La resolución tendrá implicaciones directas para diseñadores, artistas y celebridades que comparten nombres similares y buscan proteger su identidad comercial en un mercado cada vez más global y competitivo.
En este sentido, los jueces consideraron que la cantante tenía una probabilidad considerable de expandir su marca a otras áreas comerciales, como la moda, lo que podría haber causado confusión entre los consumidores.
El tribunal de apelaciones, por lo tanto, invalidó la marca registrada por la diseñadora, argumentando que el nombre era tan reconocido internacionalmente por la cantante que su expansión al sector del merchandising resultaba inevitable.
Sin embargo, en una audiencia del Tribunal Superior, la jueza Jayne Jagot expresó su preocupación de que esta decisión pudiera sentar un precedente peligroso. La resolución final tendrá implicaciones directas para diseñadores, artistas y celebridades que comparten nombres similares y buscan proteger su identidad comercial en un mercado cada vez más global y competitivo.