Coeficiente emocional: la clave para tener éxito financiero, según un estudio realizado durante 50 años Un estudio de medio siglo confirma que el éxito financiero depende más de tu inteligencia emocional que de las calificaciones.
Key Takeaways
- La inteligencia emocional es una habilidad esencial que no solo mejora las relaciones personales y laborales, sino que también fortalece la estabilidad financiera.
Cuando piensas en el éxito financiero, probablemente te vienen a la mente los buenos estudios, conexiones profesionales o una ética laboral de hierro. Pero, según un estudio realizado por psicólogos en Nueva Zelanda durante 50 años, estos conceptos no siempre están vinculados al éxito financiero.
Desde 1972, el Estudio Multidisciplinario de Salud y Desarrollo de Dunedin, liderado por la Universidad de Otago, ha seguido a 1,000 niños nacidos en esa ciudad neozelandesa. Los investigadores recopilaron datos sobre su desarrollo y éxito, desde sus primeros pasos hasta la adultez.
Según el estudio, el mejor predictor del éxito financiero y profesional no fue la inteligencia académica, la red de contactos o el esfuerzo laboral, sino que el coeficiente emocional (EQ), que se define como la capacidad de comprender y regular las emociones propias y las de los demás.
¿Qué diferencia a quienes tienen un EQ alto?
"El autocontrol y la inteligencia emocional demostraron ser fundamentales para el éxito financiero a largo plazo," señalan los investigadores en el artículo publicado en American Scientist.
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Los participantes con un EQ alto compartían características que los diferenciaban de los demás:
- Enfocarse en lo positivo.
- Escuchar antes de actuar.
- Admitir sus errores.
- Mostrar empatía.
- Manejar emociones negativas de manera efectiva.
Por el contrario, aquellos con bajo EQ mostraron "resultados desfavorables en materia de riqueza". A los 30 años, estas personas tenían menores ingresos, peores hábitos de ahorro y más problemas crediticios, incluso llegando a depender de ayudas sociales.
Los psicólogos midieron el EQ de los niños en varios puntos entre los tres y los once años. Esto incluyó observaciones directas, entrevistas con los padres y cuestionarios completados por sus profesores.
Al llegar a la adultez, las entrevistas confirmaron que los participantes con mayor EQ poseían mejores activos financieros, como propiedades, ahorros e inversiones.
Aunque factores como el género y el nivel socioeconómico influyen en el EQ, no son definitivos. El estudio sugiere que el coeficiente emocional se puede desarrollar a través de:
- Programas de intervención temprana.
- Educación emocional.
- Prácticas de crianza enfocadas en la empatía y el autocontrol.
Para los investigadores, la inteligencia emocional es una habilidad esencial que no solo mejora las relaciones personales y laborales, sino que también fortalece la estabilidad financiera.
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