David vence a Goliat: Tesla indemnizará a una empleada despedida con más de €100,000 Una joven trabajadora logró que el Tribunal de Apelación de Versalles calificara su despido como improcedente y aumentara significativamente su indemnización.
Sophie, una joven de 30 años que comenzó su carrera en Tesla Francia en 2016 como "especialista de producto", logró un importante triunfo judicial que podría sentar un precedente.
El Tribunal de Apelación de Versalles calificó su despido como improcedente y aumentó significativamente su indemnización inicial.
Según el medio francés Le Parisien, Sophie fue despedida en marzo de 2020 bajo el argumento de una "reestructuración económica". Con un salario mensual de €5,000, su trabajo contribuyó al crecimiento de Tesla en la región EMEA (Europa, Oriente Medio y África). Sin embargo, en noviembre de 2019 recibió una notificación para una entrevista que culminó en su cese laboral. Tesla justificó la medida alegando dificultades de competitividad debido a fluctuaciones en las ventas.
Una lucha legal que no terminó en el primer round
Inconforme con su despido, Sophie decidió llevar su caso a los tribunales. En primera instancia, el tribunal laboral de Saint-Germain-en-Laye falló a su favor, dictaminando que no existía una causa real ni seria para el despido. Tesla Francia fue condenada a indemnizarla con €35,000. Sin embargo, Sophie no se detuvo.
Entre sus demandas, reclamó la pérdida de una oportunidad clave: las 87 acciones de Tesla que le habrían correspondido si hubiera continuado trabajando en la empresa. Estas acciones, cuyo valor aumentó exponencialmente en los años posteriores, representaban una suma considerable que Sophie consideraba legítima.
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El fallo definitivo y un precedente importante
En diciembre de 2024, el Tribunal de Apelación de Versalles no solo ratificó el fallo inicial, sino que aumentó la indemnización total a más de €100,000. Esta cifra incluye la compensación por despido improcedente y el valor estimado de las acciones perdidas.
En un entorno donde grandes corporaciones suelen salir airosas de disputas legales, esta decisión marca una excepción notable. El caso de Sophie demuestra que incluso los empleados más vulnerables pueden prevalecer frente a gigantes corporativos como Tesla.
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