Universidades de Estados Unidos regresan al lápiz y al papel para enfrentar a la IA Algunas instituciones académicas optan por exámenes a mano para frenar el uso de herramientas como ChatGPT.

En las escuelas de Estados Unidos, los cuadernos, esos objetos que muchos estudiantes creían extintos, están regresando. Pero no lo hacen como una moda retro, aparecen en escena como un acto de defensa ante el acelerado uso de la inteligencia artificial (IA) en las aulas.
El incremento en la utilización de herramientas como ChatGPT ha generado una crisis en los salones de clase y para algunos educadores el lápiz y papel son la única manera de evitar el plagio.
Si un estudiante redacta a mano, es menos probable que haya recurrido a un bot. Por eso, universidades como Texas A&M, Florida y Berkeley han incrementado la compra de cuadernos hasta en un 80%, informó Gizmodo.
Este hecho no es fortuito, pues una encuesta publicada por The Wall Street Journal reveló que el 89% de los estudiantes universitarios han utilizado ChatGPT para realizar tareas.
Y si bien la trampa en las instituciones educativas ha existido siempre, ahora tiene un aliado que redacta con fluidez, estructura argumentos y es capaz de pasar los detectores de plagio.
Los beneficios del ensayo como herramienta formativa
Para algunos académicos la redacción de un ensayo breve escrito a mano en un examen no sustituye el verdadero proceso de construcción del pensamiento crítico que implica investigar, redactar, editar y reflexionar durante horas fuera del aula.
Según el profesor Philip D. Bunn, en una entrada en su blog, reducir el trabajo intelectual a respuestas rápidas en un cuaderno representa renunciar al valor del ensayo como herramienta formativa.
Mientras tanto, empresas como Roaring Spring Paper Products celebran su inesperado auge de ventas.
Paradójicamente, la IA ha revitalizado un producto que parecía destinado a la extinción.
Los expertos consideran que la solución no está en eliminar la tecnología del aula, sino en aprender a integrar. Negarla es una forma de atraso. Enseñar a los estudiantes a usar la IA con ética, creatividad y criterio debería ser prioridad. Evaluar su pensamiento, más que su caligrafía, es el verdadero desafío.
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