Confiar en la IA podría ser tu mayor error de negocio: Estas 2 habilidades humanas son las que realmente generan resultados La inteligencia artificial no puede sustituir las habilidades blandas humanas necesarias en las transacciones comerciales diarias: el pensamiento crítico y la inteligencia emocional.
Por C. Lee Smith
Key Takeaways
- La IA puede mejorar la productividad al generar ideas y contenido, pero no puede reemplazar las habilidades humanas esenciales para el éxito empresarial, como el pensamiento crítico y la inteligencia emocional.
- Depender demasiado de la IA sin verificación ni personalización puede llevar al fracaso. Para aportar verdadero valor, la IA debe usarse como una herramienta junto con tus habilidades de pensamiento crítico.
- La inteligencia emocional es tu superpoder como emprendedor. Es fundamental en las interacciones comerciales y no puede ser replicada por la IA.
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A medida que la inteligencia artificial (IA) transforma el mundo a un ritmo sin precedentes, depende de cada uno de nosotros utilizar nuestro pensamiento crítico para asegurarnos de que usamos la tecnología de manera adecuada.
Las herramientas de IA son un potenciador de la productividad. A la hora de generar ideas, ingresar términos de búsqueda en una plataforma de IA puede generar una lista de temas para que los gerentes discutan con sus equipos en la próxima reunión. Además, introducir un prompt para generar texto para una presentación o un informe técnico ahorra tiempo y dinero.
Sin embargo, la IA no puede sustituir las habilidades blandas humanas esenciales en las transacciones comerciales diarias. Me refiero al pensamiento crítico y la inteligencia emocional.
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La necesidad del pensamiento crítico
Hace un par de meses, hablaba con un posible cliente que estaba entusiasmado por usar una herramienta de IA proporcionada por un nuevo proveedor. Este proveedor les había vendido la idea de que la IA podía hacer toda su investigación e incluso crear su presentación de ventas.
Pensaban que ahorrarían tiempo y dinero. Tal vez la investigación y el pitch deck generados por IA serían mejores que cualquier cosa que hubieran desarrollado internamente.
Llevaron su primer conjunto de datos y diapositivas generadas por IA a una empresa de tamaño mediano y comenzaron su presentación de ventas. Entonces, la realidad los golpeó. La CEO asistió a la reunión y rápidamente dejó clara su opinión: "¡Esto parece algo que podría haber sacado de ChatGPT! ¿Acaso nos estaban escuchando?"
Mi prospecto y yo volvimos a hablar unos días después. Me contó lo avergonzado que se sentía y quería saber cómo podían salvar la situación. Le ayudé a entender que, sin información real, verificable y un toque humano, habían llegado a la empresa con una presentación muerta desde el inicio. Los detalles y recomendaciones no estaban personalizados para el negocio objetivo. La investigación que citaron ni siquiera existía. Confiar en la IA, en este caso, los llevó a romper una regla fundamental de las ventas: resolver el problema, no solo vender un producto.
Le aconsejé que utilizara algunos de los datos exclusivos que mi empresa proporciona. La información empresarial más valiosa y relevante suele estar protegida y no disponible en internet de forma gratuita. También le sugerí rehacer la presentación, agregar un caso de estudio y conectar con su prospecto a nivel personal. Esta vez, usaron la IA como una herramienta, no como un atajo, y verificaron su contenido con fuentes confiables aplicando su pensamiento crítico.
Lograron obtener una segunda oportunidad para presentar su propuesta. Y se quedaron con el negocio porque comprendieron que la promesa de todo lo que la IA puede hacer aún no se ha cumplido del todo. Aportaron valor real e información relevante al cliente. Y mi prospecto quedó tan satisfecho que pidió una propuesta para contratarme de manera permanente.
Esta historia deja una lección importante para los empresarios que creen que la inteligencia artificial puede reemplazar por completo el pensamiento crítico y la inteligencia emocional. No es así. De hecho, Gartner predice que, para 2028, aproximadamente el 30% de los nuevos vendedores que ingresen al mercado laboral experimentarán una disminución en sus habilidades analíticas críticas, así como en sus habilidades sociales, como la construcción de relaciones, la empatía y la escucha activa, debido a una excesiva dependencia de las tecnologías de IA, tal como le sucedió a mi prospecto.
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La inteligencia emocional es tu superpoder como emprendedor
Nuestras habilidades blandas son lo que nos diferencia de las máquinas. Sentimos las emociones genuinas de un cliente que lucha por salvar su negocio y podemos asegurarle que comprendemos su situación. Podemos relacionarnos con la ansiedad de un comprador que sufre FOMU (miedo a equivocarse). Somos capaces de adaptarnos rápidamente cuando un prospecto nos lanza una pregunta inesperada. En estas situaciones, recurrimos a nuestras experiencias y sugerimos soluciones alternativas.
La IA solo puede fingir emociones y experiencias de vida. Tenlo presente: si manejas tu negocio como un robot, serás reemplazado por uno. ¡La inteligencia emocional es tu superpoder como emprendedor! No olvides usarla y nunca entregues tu humanidad a la tecnología.
Hay muchas formas de acabar en el lado equivocado de una conversación de negocios con un prospecto o cliente. Cerrar acuerdos y retener clientes es un desafío, y no hay razón para hacer el proceso innecesariamente difícil. Al combinar datos de IA, pensamiento crítico e inteligencia emocional, aseguramos siempre lo mejor para nuestros clientes.
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