Este divertido ritual familiar de viernes por la noche me enseñó una lección sorprendente sobre la IA y la creatividad Lo que unos osos de gomita fotorrealistas, unos perros con sombrero de copa que miran de reojo y unos osos construidos con LEGO me enseñaron sobre cómo criar seres humanos curiosos en un mundo impulsado por la inteligencia artificial.
Por Elle Morgan
Key Takeaways
- Introducir la inteligencia artificial a través de actividades creativas y lúdicas como las “fiestas de prompts” ayuda a los niños a comprender y relacionarse con la tecnología de forma divertida, haciéndola sentir como una herramienta y no como una amenaza.
- Estas fiestas me enseñaron que la originalidad vale más que la perfección, que las emociones son clave para recordar lo aprendido y que el verdadero logro no es la alfabetización en IA, sino la confianza creativa.
- Estas fiestas no solo desarrollan fluidez en el uso de la IA, también fomentan la resiliencia, la expresión personal y la autoconfianza.
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La primera vez que organicé una fiesta de prompts, ni siquiera tenía nombre. Solo intentaba mantener ocupado a mi hijo de cinco años en un lluvioso viernes por la tarde.
Quería hacer un video en el que nuestro perro, Calvin, preparara huevos revueltos con cebollines. Así que abrimos Sora, escribimos un prompt y vimos cómo cobraba vida una obra maestra pixelada. Fue extraño. Y maravilloso. Pero, sobre todo, fue nuestro.
Esa fue la chispa.
Desde entonces, nos reunimos con regularidad para lo que se ha convertido en una tradición: fiestas de prompts. Es nuestro ritual familiar donde manda la imaginación, la IA sigue el ritmo y la meta es la alegría, no el resultado.
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Por qué empezamos las fiestas de prompts y por qué las seguimos haciendo
Como muchos padres que trabajan en tecnología, he tenido que enfrentar algunas preguntas importantes:
- ¿Cómo les presento a mis hijos la IA sin abrumarlos?
- ¿Cómo hago que se sienta como una herramienta y no como una amenaza?
He aprendido que la respuesta es el juego.
Nuestras fiestas de prompts son informales. Los hotcakes son opcionales. Pensamos ideas, escribimos prompts y generamos videos o imágenes con IA juntos usando herramientas como Sora. Luego no reímos, criticamos, hacemos remixes y a veces nos perdemos en las madrigueras de lo absurdo.
Una semana, el prompt fue:
"Crea un primer plano fotorrealista de un blíster con 8 pastillas, pero en lugar de pastillas, hay pequeños pulpos adorables en diferentes colores y texturas. Cada pulpo es visible de perfil, aplastado suavemente en su compartimento como una gomita blanda, pero luciendo alegre y contento."
¿El resultado? "Pastillas de pulpo feliz." Un golpe de serotonina disfrazado de arte con IA. Si quieres, haz la prueba tú mismo; me encantaría ver qué sale.
Ese mismo día, mi hijo Kai preguntó si Calvin (nuestro perro que mira de reojo) podía usar un sombrero de copa y juzgar a la gente como un aristócrata victoriano. Accedimos:
"Perro mirando de reojo como si supiera tus secretos. Haz que la mirada de reojo sea más intensa. Que lleve sombrero de copa y ropa humana."
Hemos creado torres LEGO con osos disfrazados de payasos. Hemos explorado castillos embrujados e inventado personajes para las cajas del cereal. No hay reglas. Solo prompts y posibilidades.
La ciencia detrás de la diversión
Shawn Achor, investigador en psicología positiva y autor de The Happiness Advantage, sostiene que la felicidad no es un lujo, sino un precursor del desempeño. La alegría mejora la creatividad, la resiliencia y la capacidad cognitiva.
¿Y adivina qué?
La inteligencia artificial hace que la alegría sea accesible de maneras completamente nuevas. Premia la curiosidad, hace tangibles las ideas y acorta la distancia entre la imaginación y la ejecución.
Para los niños, es magia. Para los adultos, es una clase magistral sobre cómo pensar diferente.
Cuando convertimos la IA en juego, reducimos el factor miedo. Cambiamos la narrativa de "esta tecnología te reemplazará" a "esta tecnología puede colaborar contigo". Esa es una lección que vale la pena aprender desde temprano.
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Construyendo alfabetización en IA sin generar miedo
Seamos sinceros: algunos aspectos de la IA pueden parecer distópicos. Deepfakes. Chatbots que imitan a los humanos. Los niños no necesitan todo eso.
Lo que sí necesitan es autonomía.
Así es como mantenemos las fiestas de prompts alegres y seguras:
- Usar herramientas limitadas y seguras para niños. Nosotros usamos Sora, no Midjourney. Y evitamos herramientas que generan humanos ultrarrealistas o chats abiertos. Nunca usamos imágenes de ellos ni de personas reales.
- Mantenerse presente. Cada prompt pasa por mí. Nos sentamos uno al lado del otro. Si un resultado se siente extraño, lo platicamos. No con miedo, sino que con curiosidad.
- Celebrar sus ideas. Ya sea que el prompt genere una imagen perfectamente lograda o un fracaso total, celebramos el intento. No se trata de lo que hace la IA, sino de lo que ellos imaginaron.
- Convertir el tiempo frente a la pantalla en tiempo de historias. La mayoría de las creaciones comienzan como dibujos, relatos o escenas recreadas con peluches. Esto fomenta el juego activo y la imaginación. La IA es la chispa, no el punto final.
Una lección inesperada: la creatividad es una forma de valentía
Esto es lo que no me esperaba cuando comenzamos con las fiestas de prompts.
La valentía que se necesita para que un niño comparta una idea en voz alta sin saber cómo va a salir. Para imaginar algo que nadie ha visto. Para presionar "generar" sin saber qué va a obtener.
Eso no es solo juego. Es coraje.
Me recordó algo: la creatividad no se trata de talento. Se trata de permiso. Permiso para ser original. Para ser ridículo. Para mostrarse.
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Estas fiestas no solo están desarrollando fluidez en el uso de la IA. También están desarrollando resiliencia, voz propia y confianza.
Porque el mundo en el que están creciendo no solo recompensará el conocimiento. Recompensará la perspectiva. La capacidad de pensar diferente, de expresarse con claridad e imaginar lo que aún no existe.
Y eso comienza con una pregunta: ¿y si…?
Cada viernes, hacemos una pregunta sencilla: ¿qué quieres crear hoy?
Esa pregunta ha generado más risas, conexión y chispa creativa que cualquier otra cosa que haya intentado como madre.
Así que, si te preguntas cómo llevar la inteligencia artificial a tu hogar sin el factor inquietante, empieza por ahí.
Dale a tus hijos el prompt (y el permiso) para jugar.
Porque enseñarles a ser personas curiosas, reflexivas y alegres en un mundo con IA puede ser, tal vez, la lección más poderosa de todas.