Todos tenemos un rasgo de personalidad que define nuestro futuro. El evangelista principal de innovación de Google te dice cómo identificar el tuyo Me gusta llamarlo tu 'Dimensión X'. Una vez que sabes qué es, puedes tomar decisiones que te impulsen hacia adelante.
Por Frederik G. Pferdt Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales
Quizás hayas escuchado esta pregunta antes: "¿Qué consejo le darías a tu yo de 16 años?"
Sé que es una manera popular de empaquetar la "sabiduría" de alguien con experiencia o éxito, y como el primer evangelista principal de innovación de Google, a veces la gente me hacía esta pregunta. Pero nunca lo entendí. ¿Qué sentido tendría preguntarle a mi yo futuro qué debería haber sabido o hecho mi yo pasado? Los errores que cometí o los extraños giros que di en ese entonces ahora son parte de lo que soy. Ofrecerle a alguien más un mapa de mis propias trampas y obstáculos solo les daría una estrategia defensiva, cuando mucho. Nadie avanza mirando mi espejo retrovisor.
Sin embargo, creo que a las personas les conviene hacer una reflexión de sus propias vidas, identificando momentos importantes, porque esos instantes suelen mostrar algo muy relevante: un rasgo de personalidad al que llamaré tu "Dimensión X". Ese es tu superpoder único, la lente a través de la cual ves el mundo, no como es, sino como eres tú (parafraseando levemente a Anaïs Nin). Con el tiempo, tu Dimensión X se convierte en un reflejo característico que juega un papel cada vez más importante en la formación de tu futuro. Es tu respuesta constante en eventos que te hacen avanzar. Y si la cultivas, puede actuar como una mano fuerte y segura en el timón de tus decisiones diarias y en tu narrativa general.
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Entonces, ¿cómo descubrir tu Dimensión X?
Esto es lo que sugiero. Haz un mapa cronológico de los momentos importantes de tu vida. Estos pueden ser eventos trascendentales, felices o devastadores, que cambian nuestras vidas en un instante. Pero también pueden ocurrir durante un período más largo. Lo que convierte en hito a cualquier cosa, positiva o negativa, es la medida en que precipitó tu avance. Un rápido esbozo de mis propios hitos podría verse como esta figura.
Lo primero que noto cuando miro estos eventos es lo neutrales que ahora me parecen. Aunque, por ejemplo, la muerte de mi abuelo fue muy difícil, cuando lo veo en combinación con otros eventos significativos en mi vida, puedo apreciar que me llevó a dejar de poner pretextos para vivir con decisión. También desencadenó una intensa necesidad de verme en el contexto del mundo entero, no solo del lugar donde crecí. Cuando considero el nacimiento de mi primer hijo, recuerdo una gran felicidad, por supuesto, pero también lo veo como un factor nuevo y dinámico en mi enfoque hacia mi futuro. Mis elecciones se volvieron más complicadas e interesantes, pues ahora estaba pensando en una familia en lugar de solo en mí. En mi mapa de eventos, puedo ver una cualidad mía que ha influido en ellos o en la manera en que los he vivido. Esta cualidad, una marcada tendencia a la acción, es mi Dimensión X.
Estoy programado para perseguir el objetivo, sin pensar o enfocarme demasiado en las consecuencias. Creo que no existe tal cosa como una decisión perfecta, y la mayor parte del tiempo, tomar acción me ayuda a aprender y adaptarme rápidamente. Este sesgo hacia la acción también me permite identificar y aprovechar las oportunidades en el momento justo en el que surgen. ¿Conoces la frase "saltar ante la oportunidad"? Yo soy el que salta. Casi todas las oportunidades profesionales y educativas que he tenido son resultado de mi sesgo hacia la acción. Apliqué a más de 60 puestos como investigador visitante para asegurar un lugar en Stanford. Construí el Google Garage sin pedirle permiso a nadie. Al principio de mi carrera, esta cualidad me llevó a partes remotas del mundo, haciendo trabajos que nunca había considerado. Combinada con otras dimensiones (particularmente la apertura y la experimentación), mi sesgo hacia la acción me ha permitido moverme rápido y tomar decisiones, con frecuencia arriesgadas y no siempre exitosas, que me han hecho crecer como persona.
Ahora, creemos tu mapa.
Echa un vistazo a tus altos y bajos. Piensa en los momentos que sientas como hitos significativos: eventos individuales que te causaron una respuesta emocional intensa o desarrollos más a largo plazo que marcaron un punto de inflexión o un aprendizaje o crecimiento profundo. Con frecuencia, estos no son los "grandes" momentos que podrías pensar como una graduación, matrimonio o promoción. En lugar de ello podrían ser realizaciones sutiles ligadas con una relación personal o un suceso en tu vida.
Dibuja en una hoja una línea horizontal de lado a lado. El borde izquierdo de la página representa la parte más temprana de tu vida, y el borde derecho representa en dónde te encuentras hoy. Las experiencias positivas aparecerán por encima de la línea y las experiencias negativas aparecerán por debajo de la línea. Grafica de entre cinco a diez eventos importantes a lo largo de la página e incluye una breve descripción debajo de cada uno.
Ahora, observa los eventos en tu mapa y considera estas preguntas: ¿Recuerdas tu estado mental en el momento de estos eventos? ¿Qué acciones te llevaron a tomar? ¿Tomaste acción inmediatamente o tu comportamiento cambió con el tiempo? ¿Qué creencias o suposiciones guiaron estas acciones? ¿Puedes identificar algo que aprendiste en un evento que afectó tu manera de ver las cosas en el siguiente? ¿Cuál fue el factor que más influyó en tu respuesta a estos eventos o incluso los provocó?
Probablemente notes algo como una sinapsis en el punto de estos eventos, una conexión rodeada de energía que indica la presencia de este factor, tu Dimensión X. Tal vez recuerdes cómo tomaste una decisión en uno de estos momentos. Haya sido de manera espontánea o deliberada, tenías claridad sobre tu elección. Tenía sentido porque este factor te ayudaba a expresar una verdad sobre quién eres y en qué crees.
Una vez que hayas identificado tu Dimensión X, piensa en tres personas que desempeñen roles muy diferentes en tu vida, como un compañero u otro miembro de la familia, un colega y un amigo. Pídeles que te cuenten una historia sobre ti, en la que crean que tu Dimensión X tuvo un impacto. No importa cuánto creas que te conoces a ti mismo y tu propia narrativa, siempre te sorprenderás y te iluminarás con la forma en que otra persona te describe. Incluso podrías descubrir uno o dos hitos para tu mapa que no habías considerado.
A medida que te vuelvas más consciente de tu Dimensión X, encontrarás que su poder te resulta cada vez más accesible. No siempre conducirá a un avance dramático o un gran éxito y, a veces, puede incluso llevar a fracasos, pero siempre te hará avanzar.
La pregunta que me gusta mucho más que "¿Qué le diría a mi yo más joven?" es "¿Qué puedo hacer hoy para crear una nueva oportunidad para mí mañana?" La respuesta es simple: haz solo una elección completamente nueva. Tu Dimensión X asegurará que tu elección sea interesante, tal vez incluso un poco arriesgada, pero está ahí contigo todo el tiempo, listo para empujarte hacia el futuro que estás creando. Es tu firma, tu huella dactilar, lo único verdadero sobre ti. Úsalo para hacer movimientos grandes y audaces. Úsalo para tomar decisiones silenciosas que tengan un impacto de largo alcance.
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