Así fue como la generosidad en el liderazgo impulsó el éxito de mi empresa No hay mejor momento que el presente para pensar más en los demás que en uno mismo. Da generosamente en todo lo que hagas: tiempo, energía, entusiasmo, atención y apoyo financiero. Tu empresa, clientes, comunidad y equipo te lo agradecerán.
Por Jennelle McGrath
Key Takeaways
- Esto es lo que "dar generosamente" significa hoy para mi empresa.
Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales
Es común pensar en la cultura empresarial y asociarla con startups de moda que ofrecen beneficios como regalos, snacks gratuitos y zonas de descanso, algo que recuerda a los primeros días de Google. Sin embargo, en Market Veep, el valor de "dar generosamente" no siempre fue parte central de nuestra filosofía. No fue hasta varios años después, en nuestro camino de crecimiento, que nos dimos cuenta de que nos faltaba algo importante.
¿Cómo nos dimos cuenta? A través de las experiencias de contratación. Trajimos a varias personas a bordo, y fue evidente que su disposición a ser generosas —ya fuera con su tiempo, conocimiento o apoyo a colegas y clientes— no cumplía con nuestras expectativas. Este tema se volvió recurrente en nuestras conversaciones, y no podíamos dejar de preguntarnos: "¿No debería ser esto lo normal en el entorno de trabajo?". No era que estas personas fueran malas, simplemente sus valores no encajaban con los de la empresa. Ahí fue cuando lo entendimos: necesitábamos formalizar el valor de "dar generosamente" como parte de nuestro ADN. Ahora está completamente integrado en nuestro ecosistema.
Cuando no teníamos mucho presupuesto, mostrábamos nuestro agradecimiento a los empleados con gestos sencillos: desde atar globos sonrientes en sus sillas el día de agradecimiento hasta darles el día libre pagado en su cumpleaños. Estos pequeños actos de amabilidad no representan un gran costo para la empresa, pero tienen un impacto más grande de lo que se imagina en los empleados. Esto no significa que no debas dar ascensos o aumentos salariales, pero no hay que olvidar que los pequeños gestos también cuentan.
Existe la creencia errónea de que es mejor ahorrar para hacer una o dos grandes acciones para demostrarle a tu equipo que te importa, pero ¿qué pasa con los meses intermedios? Si no muestras aprecio en ese tiempo, tu equipo puede empezar a sentirse ignorado y poco valorado.
Ahora, después de la pandemia, las cosas son distintas. Antes teníamos una oficina física, y las posibilidades parecían ilimitadas. Pero con la pandemia, vino toda una evolución y un aprendizaje sobre cómo crear un equipo feliz y ser generosos sin estar físicamente presentes. Surgió también el reto de medir la felicidad a través de una pantalla. Es mucho más fácil leer el lenguaje corporal en persona, notar si alguien está más callado de lo usual, etc. Pero al empezar a contratar personas en todo el país, las cosas se complicaron. La pandemia nos enseñó mucho sobre generosidad y gratitud. Aunque fue uno de los momentos más difíciles como líder, también fue de el que más aprendí. He visto el increíble carácter de las personas y su fortaleza mental. Su capacidad para unirse y encontrar soluciones a problemas difíciles. Su bondad en conversaciones complicadas. Su espíritu generoso, incluso cuando las organizaciones apenas podían sostenerse, pero seguían apoyando a los demás.
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Incluso cuando no sabíamos qué iba a pasar, prometimos seguir dando generosamente, porque la bondad siempre gana. Siempre hay alguien en una situación peor, con más dificultades, que necesita algo que tal vez das por sentado. Dar generosamente nos ayuda a mantenernos humildes y a enfocarnos en las necesidades de los demás. Nos recuerda lo afortunados que somos.
Esto es lo que "dar generosamente" significa hoy para mi empresa:
- Horarios flexibles
- Cuarenta y cinco días de descanso al año
- Año sabático y bonificación por antigüedad
- Mediodías libres los viernes
- Galletas enviadas por correo en momentos especiales
- Contribución al plan 401k
- Permiso por duelo
- Tiempo personal
- Viernes de hora feliz
- Tiempo libre pagado para voluntariado
- Seguro médico, dental y de vista
- Seguro de vida
- Servicios de defensor de la salud
- Estipendio para trabajar desde casa
- Capacitaciones y certificaciones pagadas
- Meditación en equipo antes de empezar el día
No siempre se trata de dar regalos, sino también de entender el momento de su vida en el que alguien se encuentra. Tu equipo viene a trabajar y ayuda a la empresa, pero su vida no gira únicamente en torno a eso. Cuando ves que alguien está atravesando una situación difícil, es más valioso decirle: "Oye, ¿cómo puedo ayudarte? Parece que tienes muchas cosas en la cabeza. Esto es solo trabajo, no somos cirujanos. Desconéctate y ocúpate de XYZ". Hemos tenido personas que querían volver al trabajo justo después de la muerte de un familiar, trabajar durante sus vacaciones familiares o tomar reuniones desde un hospital.
Respeta y protege el tiempo, la salud mental y los límites de tu equipo. Si das generosamente, ellos harán lo mismo con tu empresa, con su equipo y con tus clientes. Sé su defensor, incluso cuando ellos crean que el trabajo es lo más importante.
¿Has pensado en lo que tu equipo necesita para llevar una vida generosa? ¿Qué los hace sentir apreciados? ¿Cómo puede tu empresa construir relaciones más profundas y ayudarles a vivir una vida mejor? Piensa en los momentos en los que te has sentido más cuidado, apoyado y valorado. Porque nadie dice: "Quiero trabajar en un lugar donde no me sienta apreciado". Luego, da un paso más y pregúntales a ellos. Inicia un diálogo, y te sorprenderás de las ideas creativas que pueden surgir. Si mantienes el enfoque en dar generosamente, no te equivocarás.