Por qué las fiestas de fin de año son un buen momento para comenzar tu viaje de sanación Estos consejos te ayudarán a avanzar para que una vez que terminen las fiestas, hayas hecho un compromiso para sanar y puedas empezar a tomar medidas para alcanzar tus metas.

La temporada de fiestas de fin de año es desafiante para muchas personas porque pueden estar solas. Súmale a eso la recuperación de un trauma, como un divorcio, y de repente se vuelven todavía más difíciles. Puede ser tan malo que, en lugar de enfocarse en la recuperación, el miedo a estar solo los lleve a patrones no saludables como comer en exceso, olvidarse del autocuidado mental, físico, espiritual o una combinación de estos y otros problemas.

En lugar de ver las fiestas como un momento para sentirse deprimido y convertirte en víctima, puedes optar por transformarlo en una oportunidad para construir una nueva y mejor vida comenzando tu viaje de sanación. No podría haber un mejor momento para hacerlo. Las fiestas son una buena oportunidad para comenzar el viaje de sanación porque generalmente hay más tiempo libre, pues muchos de nosotros estamos fuera del trabajo o tenemos horarios reducidos.

Aquí hay algunas formas de comenzar el proceso de sanación durante esta época del año —que suele ser caótica— para que sientas que realmente estás haciendo algo para mejorar tu vida a través de la sanación y comenzar el nuevo año enfocándote en un nuevo tú y en un nuevo comienzo.

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1. Planifica tu nueva vida

Con tiempo extra, puedes comenzar a planificar cómo quieres que sea tu nueva vida. Escribe sobre esto o haz listas en un diario, esta es una excelente manera de seguir tu viaje de sanación y ver cuánto has avanzado al mirar atrás. Es normal que los deseos cambien, así que acéptalo y sigue adelante. Empieza a visualizar cómo será tu nueva vida. Mírala con colores brillantes y muchos detalles: ¿cómo se verá y cómo sentirá? ¿cómo sabrá y a qué olerá?

¿Qué ropa usarás y en dónde pasarás tu tiempo libre? Si tienes que mudarte, imagina tu nuevo hogar y visualiza los muebles, el color de las paredes, la luz solar que entra por las ventanas. Te verás allí: cocinando, limpiando, viendo una película, durmiendo en la nueva habitación. Practica la meditación para descubrir la paz interior, mantén tu atención en esta nueva vida y emplea la visualización positiva para transformarla en realidad. Una vez que las fiestas hayan finalizado, podrás diseñar planes concretos para comenzar a ponerlos en práctica.

2. Sal y muévete todos los días

Asegúrate de mover tu cuerpo todos los días: hay muchas maneras de hacerlo, y si no quieres unirte a un gimnasio o a una clase, simplemente camina. Yo caminé durante mi divorcio y fue mi apoyo de vida, física, emocional y espiritual. No solo es bueno para el cuerpo, sino que ayuda a despejar la mente, y las endorfinas elevan el ánimo. Combinado con una dieta saludable, te sentirás muy bien.

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3. Aprende a disfrutar del tiempo a solas

Esta es una de las partes más importantes de sanar después de un divorcio. Estar solo es uno de los mayores miedos de quienes atraviesan un divorcio, pero es necesario aprender a amarte pasando tiempo contigo mismo. No puedes amar a otro hasta que sanes tu corazón y te ames a ti mismo (vuelve a leer esta última oración). Encuentra cosas divertidas que hacer, como caminar por un sendero fantástico, un día de spa solo, ir al cine, leer un libro en la playa, junto a un lago o en algún lugar que se sienta tranquilo, ¡o bailar con tu música favorita y olvidarte de todo!

Evita quedarte en casa y entrena tu cerebro para disfrutar haciendo cosas solo. Hay muchas maneras de disfrutar este tiempo. A veces, incluso sentarse en silencio con una taza de té puede ser inspirador.

4. Haz planes para pasar tiempo con amigos y familiares

El fin de un matrimonio a menudo significa un contacto limitado con los exsuegros, lo que puede sentirse muy diferente y solitario, especialmente si no tienes familia cerca. Si el excónyuge tiene a los niños durante las fiestas, de manera similar, puedes sentirte solo. Debes hacer planes. Si tienes familia cerca, averigua si puedes visitarlos o hacer que te visiten, aunque sea brevemente. Haz planes con amigos: da un paseo, toma un café o una comida rápida, cocina o sal a pasar un rato divertido.

Haz esto seguido. Si no tienes amigos cerca, únete a un grupo y prueba algo nuevo, como alguna actividad deportiva o clases de arte, que te brindarán una conexión instantánea con otros (al menos mientras estés practicando la actividad) y la posibilidad de crear algunas amistades.

5. Planea formas divertidas para que tú y tus hijos celebren

Si tienes hijos pequeños o en edad escolar, puedes organizar una fiesta de galletas navideñas: haz que cada niño lleve un adorno o glaseado y ten la masa lista, luego déjalos divertirse. Invita a un padre por cada niño y sirve aperitivos ligeros y bebidas navideñas (alcohólicas, no alcohólicas o ambas) para los adultos.

Para los niños mayores (de primaria y secundaria), haz que te ayuden a planificar una noche de película, juegos de mesa retro y una fiesta de chocolate caliente. Todos pueden incluso traer un regalo de $200 pesos para un divertido intercambio de regalos si así lo desean. Una vez más, los padres pueden disfrutar de bebidas para adultos en la cocina. Llevar a los niños a ayudar a los que menos tienen es una gran idea durante las fiestas, puedes consultar las listas locales para encontrar cosas qué hacer. Hornear con los niños también es una actividad divertida y puedes repartir los dulces envueltos para las fiestas a amigos y vecinos.

Mantenerte ocupado y hacer planes durante la temporada festiva te ayudará a sentirte menos solo, y aprender a pasar y apreciar el tiempo a solas infundirá confianza y permitirá la planificación de tu nueva vida. Estos consejos te ayudarán a avanzar para que te comprometas con la sanación y una vez que terminen las fiestas puedas empezar a tomar medidas para alcanzar tus metas.