Second Talent, una segunda oportunidad para las personas privadas de la libertad Aprovechando las ventajas del trabajo remoto, este emprendedor social colombiano busca brindar oportunidades laborales a personas privadas de la libertad.
Por Sofia Caro Valencia Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
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Las Sociedades de Beneficio e Interés Colectivo, también llamadas BIC, son empresas que no solo buscan ganar dinero, sino también generar un impacto positivo en el mundo. Tienen un compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social, y sus acciones benefician a los trabajadores, las comunidades y el medio ambiente.
En el departamento de Quindio, Colombia, ha surgido un interés especial en impulsar este tipo de empresas por medio de consultorías. Este año, unas 45 empresas en el departamento recibieron asesoría y capacitación de la Cámara de Comercio en el área jurídica, financiera y ambiental.
Jorge Humberto Díaz es el director del centro de transformación digital empresarial de la Cámara de Comercio de Armenia y del Quindío, un cargo que le ha permitido estar más cerca de las personas y de los emprendedores; de sus retos, realidades y sueños. Su labor se centra en el apoyo, visibilización y educación a esos pequeños y medianos negocios de la región.
Tuve la oportunidad de hablar con este emprendedor social, quien me habló sobre su hobbie, o más bien su segundo trabajo: Second Talent, un call center que nace con un propósito social. Aunque más que un trabajo, para Jorge Second Talent es una pasión que forma parte de su proyecto de vida.
De acuerdo con Jorge, esta empresa no solo tiene fuerza y potencial para ser un antes y un después para muchas personas, sino también una oportunidad que permite cambiar como sociedad muchas percepciones y prejuicios que se tienen hacia las personas privadas de la libertad.
Second Talent se define como una empresa de innovación social que busca brindar oportunidades laborales a personas privadas de la libertad. Impulsa a personas que tienen las habilidades y competencias necesarias para trabajar en el sector de BPO (Business Process Outsourcing), pero por diferentes razones se encuentran marginadas del mercado laboral. En este emprendimiento se les brinda capacitación y apoyo para que puedan encontrar un empleo y reintegrarse a la sociedad sin tantas limitaciones.
¿Cómo surgió esta empresa? La mamá de Jorge vivía en el municipio de Sevilla, Valle, y su casa quedaba al frente de la cárcel del municipio. Cuando Jorge visitaba a su mamá, usualmente veía salir a las esposas de los presos con artesanías que ellos realizaban durante la semana. Estas, eran vendidas por poco dinero para ayudar a sostener a las familias. Este gesto conmovió a Díaz, quien se preguntó cómo podría ayudar generar formas de ingresos a las personas privadas de la libertad. De esta manera, Jorge comenzó a investigar sobre este tipo de oportunidades y descubrió que el sector de BPO era una opción viable.
La empresa opera con la modalidad de trabajo remoto desde el Centro Reclusorio Villa Cristina en Armenia, ofreciendo servicios de contact center, fabricación de módulos electrónicos inteligentes y anotadores sociales de datos para inteligencia artificial. Lo que busca Second Talent es ser ese hilo conductor entre empresas que necesitan subcontratar servicios de call center y empleados potenciales para ese trabajo. Así mismo, no solo la empresa se beneficia, sino que las personas privadas de la libertad tienen la oportunidad de generar ingresos, ser útiles y prepararse para un próximo capítulo de su vida.
Muchos de los retos que Second Talent tiene vienen de la percepción que tenemos sobre las personas en la cárcel. Es importante resaltar que la empresa tiene un proceso de selección riguroso, en el cual se identifica a las personas que realmente quieren resocializarse, para que así puedan generar ingresos económicos desde su condición. Second Talent selecciona a las personas que han sido recomendadas por el reclusorio por su buen comportamiento y su intención de reintegrarse a la sociedad.
Dentro de los diferentes criterios que se tienen en cuenta a la hora de seleccionar a los interesados, se encuentra un estudio psicosocial de la persona, donde se observa si está dispuesta al cambio y a incursionar en un proceso que le demandará una responsabilidad; la revisión de estudios técnicos mínimos; evaluación de habilidades lógicas que faciliten el aprendizaje; revisión de historial delictivo, y no se aceptan personas que hayan sido sentenciadas por delitos informáticos, estafa y/o extorsión.
También se hace una revisión de la fase en la que se encuentra la persona, solo se admiten aquellas que se encuentren en fase de alta. Y se buscan cinco rasgos influyentes en la personalidad del candidato entre los cuales se encuentran empatía, extraversión, sentido común y curiosidad para aprender. Finalmente, se evalúa si el individuo tiene la capacidad para autorregularse y generar cambios.
Una vez seleccionados, los futuros empleados reciben una formación especializada por medio de un entrenamiento compuesto por herramientas tecnológicas y acompañamiento psicológico garantizando así que el proceso de resocialización sea más sencillo y fluido. Al día de hoy, El SENA regional Quindío ha capacitado a 30 mujeres en atención y servicio al cliente para call center, seis en fabricación de módulos electrónicos inteligentes, y está iniciando la formación de otro grupo en etiquetado de datos para inteligencia artificial.
Maryoris Córdoba, es el ejemplo perfecto del impacto que Second Talent tiene en la vida de estas personas. Estuvo vinculada a este programa durante los últimos cuatro meses que le quedaban de condena. El lunes 11 de septiembre, apenas tres días después de salir de la cárcel, Maryoris comenzó su nuevo trabajo con un cliente de Second Talent. La empresa que la contrató conocía su trabajo y las razones por las que estuvo en prisión, y le dio la oportunidad de rehacer su vida. Este caso es una evidencia clara de que la verdadera resocialización si se puede lograr con este tipo de iniciativas.
El sueño de Jorge es que Second Talent sea líder en la generación de empleos con tecnología que permitan la resocialización de penados y de pospenados no solo en Colombia sino en todo Latinoamérica. Al día de hoy han sido 5 las empresas que han creído en este proyecto, siendo promotores de segundas oportunidades y teniendo como premisa, el beneficio tanto económico como social y ambiental.
Texto publicado originalmente en el sitio Social Geek.
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