4 lecciones que las empresas deberían haber aprendido de la pandemia La pandemia nos ha abierto los ojos a las muchas maravillas de la comunicación digital, así como a sus límites.
Por Steve Taplin
Este artículo fue traducido de nuestra edición en inglés.
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Es difícil nombrar una industria que no sufrió debido a la propagación del coronavirus. Una vez que comenzó el cierre y las empresas se vieron obligadas a vaciar las oficinas, los resultados iniciales parecían casi positivos. La productividad estaba aumentando, los empleados informaron que se sentían más realizados y concentrados y el trabajo remoto parecía el futuro para las empresas en todo el mundo.
Aquí hay algunas lecciones que las empresas deberían haber aprendido en Covid-19 para prosperar.
Lección 1: La reducción de las semanas laborales podría funcionar mejor
La cuestión es que no debería haber sido necesario una pandemia para darse cuenta de que permitir que los trabajadores hagan sus negocios desde una oficina en casa conduciría a empleados más felices. Numerosos estudios han demostrado que cuando se reducen las horas de trabajo y se permite que los empleados tengan un mayor equilibrio entre el trabajo y la vida personal, la productividad aumenta, junto con la calidad del trabajo y la satisfacción general del trabajador. Entonces, la primera lección que las empresas han aprendido con suerte es que cuando a los trabajadores se les da menos días para hacer la misma cantidad de trabajo, en realidad puede aumentar su moral y productividad en general.
Para los desarrolladores de software, sin embargo, trabajar desde casa tuvo algunos efectos negativos notables. Ha habido muchos casos de trabajadores que informaron una disminución de la productividad debido a responsabilidades familiares más obvias. Para algunos desarrolladores, trabajar en un entorno de oficina es clave para mantenerse enfocados e innovar con nuevas ideas. La estructura y la rutina pueden jugar un papel importante en el desarrollo de software, y la pandemia ciertamente arrojó un freno a todas nuestras rutinas.
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Lección 2: El futuro está en línea
Si bien todos hemos desarrollado nuestras propias relaciones de amor y odio con Zoom, Skype y FaceTime, no se puede negar la forma en que la tecnología de colaboración digital ha ayudado a facilitar la comunicación empresarial. Muchas empresas han informado que Zoom y otras aplicaciones similares se han convertido en una parte integral de sus operaciones diarias, y es probable que más sigan su ejemplo. No se puede negar cuánto más rápido se puede convocar una reunión de Zoom que a una tradicional, y las empresas pueden ir directamente al grano. Las comunicaciones digitales son casi instantáneas y la comunicación entre oficinas es más rápida y concisa que las reuniones en persona.
Sin embargo, no será solo en nuestras oficinas donde veremos un aumento en la presencia digital. El comercio electrónico también experimentó un aumento récord de usuarios al comienzo de la pandemia, y los expertos creen que estas cifras podrían permanecer constantes durante algún tiempo. Ahora que los consumidores han experimentado la velocidad y la facilidad de usar aplicaciones de compras personales como Instacart, aplicaciones de entrega de alimentos como Postmates y Grubhub y lo más fácil que es comprar en línea que visitar un centro comercial, es dudoso que los niveles en persona vuelvan a su nivel anterior. -Estado Covid. Dependiendo de su negocio, la pandemia puede haber sido una ayuda o un obstáculo, pero ciertamente cambió las cosas para la economía. Ya sea para bien o para mal, el tiempo solo lo dirá.
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Lección 3: ¿El nearshoring es el siguiente paso para las empresas de desarrollo de software?
Si bien la deslocalización ha sido un tema delicado durante décadas, el nearshoring es un estilo de subcontratación menos conocido, en el que las empresas trasladan sus operaciones offshore a un país más cercano al suyo. Con la pandemia, muchas empresas se vieron obligadas a trasladar sus operaciones más cerca de casa para no solo cumplir con las restricciones Covid-19 de su propio país, sino también vigilar más de cerca sus procesos de fabricación y control de calidad.
Nearshoring ha demostrado tener muchos beneficios positivos desde que se convirtió en una práctica más extendida. En retrospectiva, algunos de estos beneficios parecen obvios. Mover a sus equipos externos a un país más cercano al suyo no necesariamente trae más beneficios para su negocio. En cambio, le permite evitar todas las trampas que tradicionalmente vienen con la deslocalización. Estos errores pueden incluir barreras lingüísticas y culturales, dificultad para gestionar procesos desde lejos y seguridad de datos inhibida. Esencialmente, mover sus operaciones más cerca de casa facilita la comunicación y la gestión de proyectos, ¿quién lo hubiera pensado?
Las empresas de desarrollo de software que se han involucrado en el nearshoring debido a la pandemia han informado ahorros de costos, beneficios fiscales adicionales y un tiempo más fácil para encontrar profesionales capacitados para sus proyectos. La deslocalización conlleva muchos costos ocultos, y el nearshoring puede ayudar a eliminarlos simplemente haciendo que las operaciones comerciales sean más transparentes.
Lección 4: el desarrollo de software requiere interacción humana
Los desarrolladores de software resuelven problemas y encuentran nuevas formas de hacer las cosas, y para eso, se podría argumentar que la comunicación en persona es esencial. Para comprender las necesidades de un cliente, un desarrollador necesita saber qué busca ese cliente. Si bien la comunicación digital es fantástica para delegar tareas simples e instrucciones claras y concisas, puede ser difícil transmitir ciertos sentimientos a través de un correo electrónico. Para un trabajo más matizado, el contacto humano y la conversación cara a cara pueden ser enormemente beneficiosos.
Lo mismo ocurre con la consultoría, la creación de redes y todos los demás elementos que intervienen en el desarrollo de software y en toda la industria de la tecnología. Las empresas deben poder anticipar las tendencias del mercado y responder en consecuencia, al mismo tiempo que evalúan con precisión el sentimiento público hacia los problemas potenciales. Eso significa saber lo que la gente piensa sobre las cosas y saber cómo los clientes hacen su trabajo. Los desarrolladores deben poder no solo observar a las personas directamente, sino también comunicarse entre sí para establecer contactos y analizar los hallazgos.
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