Neuralink, de Elon Musk, no recibe permiso para probar implantes cerebrales La empresa de Elon Musk tiene que resolver al menos doce problemas antes de poder realizar pruebas en seres humanos.

El plan de Neuralink, la compañía de dispositivos médicos propiedad de Elon Musk, de comenzar a llevar a cabo pruebas en humanos de un implante cerebral revolucionario ha recibido un duro golpe por parte de la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA).

De acuerdo con la agencia Reuters, el organismo del gobierno de Estados Unidos negó el permiso a la empresa del hombre más rico del mundo debido a que considera que tiene, al menos, una docena de problemas que resolver antes de que los dispositivos puedan ser probados en humanos.

Uno de los principales inconvenientes que identificó la FDS es que los aparatos de Neuralink cuentan con batería de litio y pequeños cables que podrían afectar los tejidos cerebrales.

Según la agencia, la empresa fundada en 2016, no solicitó hasta 2022 la autorización para poder llevar a cabo las pruebas, cuando recibió la respuesta negativa de las autoridades sanitarias.

Pese a que a finales del año Elon Musk manifestó que estaba seguro de que la compañía recibiría el permiso en primavera de 2023, algunos de sus empleados ven imposible que los problemas se resuelvan en tan poco tiempo.

Reuters informó que la empresa se negó a mostrar el documento de negativa, debido a que, al ser un organismo privado, no está obligada a dar detalles sobre sus procesos.

Pese a lo anterior, Musk conserva la plena confianza de muchos empleados leales de Neuralink y algunos inversionistas de la industria, quienes señalan sus éxitos pasados al asumir desafíos extremos como el fundador de Tesla y el constructor de cohetes SpaceX.

Los funcionarios de Neuralink se han comprometido a abordar cualquier inquietud de la FDA. Musk fue noticia a fines del año pasado cuando dijo que confiaba tanto en la seguridad de los dispositivos que estaría dispuesto a implantárselos a sus propios hijos.