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Los 3 tipos de "no" que todo emprendedor debe conocer (y cómo aprender del rechazo) El rechazo es una parte dolorosa del proceso de emprender. Aprender a identificar el tipo de negativa que recibes puede enseñarte a crecer a partir de ella.

Por Jani Ahonala Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki

Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales

Francesco Carta fotografo | Getty Images

El rechazo puede ser poderoso. La palabra "no" tiene un propósito especial en los negocios y especialmente al emprender. Todo fundador lo ha escuchado, posiblemente miles de veces. Si se aborda con la mentalidad correcta, el "no" puede ser una fuerza que te guíe para impulsar tu negocio hacia adelante. Un "no" puede ayudarte a mejorar tus ideas, a iluminar los puntos ciegos e incluso protegerte de relaciones y asociaciones que no habrían sido buenas para ti o tu negocio.

Cuando era más joven, me tomaba todo muy a pecho y cualquier rechazo era palpable para quienes me rodeaban. Las negativas me sacudían y gasté mucha energía tratando de cambiar la mentes de las personas que me decían que no o de demostrarles que estaban equivocadas. No te recomiendo este enfoque. No solo no funcionó, sino que también agotó mi energía. El hecho de que las palabras de los demás pudieran sacudirme, controlar mis sentimientos y moldear mi comportamiento era un problema. Considera esto: Si tu cerebro está ocupado con constantes contraargumentos y resentimientos por cada rechazo que recibes, ¿cómo puedes tener espacio para escuchar y aprender? No puedes hacerlo.

Eventualmente, sentí más curiosidad por el tipo de rechazo que estaba recibiendo. No todos los "nos" son iguales y la capacidad de reconocer la diferencia puede empoderarte para ser un tomador de decisiones efectivo y un mejor líder. A lo largo de los años, he identificado tres tipos de "nos": el "no" ignorante, el "no" ocupado y el "no" reflexivo.

El "no" ignorante

Este tipo de "no" proviene de una persona que no entiende tu industria y que no invertirá su energía para hacerlo. La capacidad de las personas para comprender nuevas ideas está limitada por su propia experiencia. No todas las personas a las que les presentes tu idea tendrán la capacidad para digerir datos sobre nuevos negocios ni para rastrear ideas abstractas que todavía no existen. Tomemos, por ejemplo, al ejecutivo de telecomunicaciones recién jubilado al que conocí en San Diego. Él estaba buscando en dónde invertir, pero después de mi pitch, me miró a los ojos y me dijo que mi negocio nunca tendría éxito. De más joven me habría dolido su rechazo, pero en ese momento ya sabía que él no entendía la estructura financiera y de facturación en la atención médica y por ello no podía entender la idea que le presenté. No era un tema personal.

El "no" ocupado

Esta es una persona que está tan ocupada, tanto en su calendario como en su mente, que no tiene tiempo para las nuevas ideas. Está sobrecargado por todo lo que tiene que hacer y no le queda espacio para un nuevo pensamiento. Me reuní con un inversionista en Barcelona que era justo así. Durante nuestra reunión, pude ver el sudor en su rostro y sus manos temblando. El tipo estaba atendiendo y coordinando otras cosas (bastante grosero, de hecho). Después de mi presentación de siete minutos, me sugirió que cambiara todo mi modelo de negocio, me entregó su tarjeta de presentación y me pidió que me comunicara cuando "el trabajo estuviera hecho". Al principio me confundió, pero luego lo entendí: Él no había estado escuchando. Claro que no. Su mente obviamente estaba en otro lado. Este "no", como todos los "nos" ocupados, se lo atribuyo a un mal momento y sigo adelante.

Los "nos" ignorantes y los "nos" ocupados no son dignos de tu energía. No te enganches analizándolos o permitiéndoles que dirijan tu comportamiento. Es importante no juzgar al "no" o a la persona que te lo dice. Acepta simplemente que no es lo que buscas y sigue adelante. El "no" reflexivo, sin embargo, es en donde se encuentra el tesoro.

El "no" reflexivo

Este "no" proviene de alguien que siente curiosidad por tus ideas, te hace preguntas inteligentes, pasa tiempo contigo y muestra interés y empatía. También es probable que esta persona ya conozca la industria o que esté dispuesta a aprenderla contigo. Un ejemplo que me viene a la mente es un contrato importante que no firmé. Estábamos en negociaciones con una gran corporación de los Estados Unidos para entrar en una asociación de co-marketing. Habría sido una gran exposición para nuestra pequeña empresa, pero fue mucho trabajo. Después de meses de due dilligence, uno de sus ejecutivos me llevó a cenar y me dio la noticia: no nos íbamos a asociar. Señaló, con razón, que nuestras respectivas empresas no estaban en igualdad de circunstancias y que mi equipo no podía soportar la presión de cumplir con todos los requisitos, maniobras y responsabilidades. Yo estaba devastado. Pero él tenía razón y no asociarse con ellos permitió que mi empresa floreciera de otras maneras. Siempre estaré agradecido por su rechazo.

Con el tiempo, tu radar para identificar los tipos de "no" se ajustará finamente. Cuando obtengas un "no" reflexivo, lo reconocerás como un regalo. Usarás tu superpoder empresarial y pondrás todo tu enfoque en aprender lo que estas personas tienen que decirte. ¿Qué les hace pensar que tu idea podría no funcionar como lo has planeado? ¿Qué datos y experiencias tienen de los que puedes aprender? ¿Qué puedes hacer de manera diferente o mejor?

En los primeros días del emprendimiento, un "no" puede doler. El rechazo se siente como algo profundamente personal porque tu negocio es profundamente personal. Los emprendedores son personas orgullosas y apasionadas y es normal que hagan todo lo posible con su idea o producto. Es probable que hayas hecho grandes sacrificios para construir tu empresa. Las largas noches, el tiempo lejos de la familia y la inseguridad financiera son parte de la experiencia.

La tradición del espíritu emprendedor a veces puede llevar a las personas a creer que las grandes empresas nacieron de la noche a la mañana y eso no es cierto. Los líderes que eventualmente encuentran el éxito primero enfrentan barreras, a veces durante años y sin embargo, eso no parece desmotivarlos. Persisten frente al rechazo, pero también entienden los diferentes tipos de "nos" y cómo proceder después de escuchar uno. Si se usa correctamente, un "no" puede catalizar el crecimiento para ti y tu sueño.
Jani Ahonala

Entrepreneur

Jani Ahonala is a serial entrepreneur who believes in our collective ability to improve healthcare through innovation and equal access. As a writer, he explores the intersection of entrepreneurship and personal growth — wisdom he wishes someone would have shared with him when he was starting out.
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