No hay atajos para fortalecer la economía. Es un juego largo. Impulsar la economía mediante la reducción de impuestos es como una píldora mágica para bajar de peso. Puede funcionar a corto plazo, pero es una estrategia terrible a largo plazo.
Por Todd Hirsch
Este artículo fue traducido de nuestra edición en inglés.
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Todos hemos visto los anuncios en televisión, impresos y en las redes sociales; la cura milagrosa para bajar de peso, la pastilla para darnos más energía, el polvo que agregará músculo durante la noche. Todas estas promesas de éxito instantáneo tienen una cosa en común: ninguna funciona. Si realmente Si funcionó, el planeta estaría lleno de personas perfectamente en forma, esbeltas y enérgicas.
Un cuerpo sano y activo no se logra de la noche a la mañana con una píldora mágica. Cualquier médico o experto en fitness le diría que la salud y la vitalidad generales se logran con el tiempo. Se trata más de un estilo de vida que de una cura milagrosa instantánea.
La economía es de la misma manera. Nuestro impulso es exigir un programa o política que produzca resultados instantáneos, algo que cree miles de puestos de trabajo y atraiga rápidamente miles de millones de dólares de inversión. Este impulso es particularmente fuerte entre nuestros políticos, que quieren desesperadamente atribuirse el mérito del éxito económico inmediato.
Pero al igual que el cuerpo humano, construir una economía fuerte y resistente lleva tiempo. Es un juego largo. Reducir los impuestos o recortar las regulaciones (también conocidas como trámites burocráticos) son las prescripciones políticas habituales para quienes buscan resultados inmediatos. Y, a menudo, estas medidas producen resultados inmediatos. Pero no son el tipo de resultados que conducirán a la prosperidad económica a largo plazo.
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Los recortes de impuestos son uno de los favoritos de los políticos que buscan una gratificación instantánea, y es cierto que a veces los impuestos son demasiado altos y deben reducirse. Pero como estrategia económica a largo plazo, la reducción de impuestos por sí sola no es suficiente; de hecho, puede hacer más daño que bien si deja a los gobiernos con menos dólares para invertir en educación e infraestructura.
Lo mismo ocurre con la reducción de la burocracia. Ciertamente, los gobiernos siempre deberían estar reexaminando las regulaciones actuales y, por supuesto, algunas regulaciones deben actualizarse o cambiarse. Pero simplemente eliminar las regulaciones por el simple hecho de hacerlo puede desequilibrar la economía, lo que resultará en consecuencias no deseadas, daños ambientales o incluso la pérdida de vidas.
Tanto la reducción de impuestos como la regulación son como una píldora mágica para bajar de peso llena de cafeína o algo para hiperestimular el sistema nervioso del cuerpo. Ambos producirán un resultado a corto plazo, pero no es una estrategia sensata o saludable a largo plazo.
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Cuatro inversiones a largo plazo darán sus frutos, tanto para la salud de su cuerpo como para la economía.
Fortalece el cuerpo comiendo adecuadamente. De la misma manera, fortaleces la economía invirtiendo en educación. Desde la educación de la primera infancia, hasta la primaria y secundaria, pasando por la postsecundaria y finalmente el desarrollo continuo de habilidades y el aprendizaje a lo largo de toda la vida: una economía fuerte lo necesita todo. Somos tan buenos como estamos educados y capacitados.
2. Fortaleces el cuerpo haciendo ejercicio de forma regular y adecuada. Asimismo, fortaleces la economía construyendo los sectores de transporte, tecnología y digital. La infraestructura física, como carreteras, aeropuertos, puertos acuáticos y ferrocarriles, sigue siendo la columna vertebral de nuestra economía. Y la infraestructura digital, como las redes inalámbricas de banda ancha, es cada vez más esencial para el crecimiento de una economía vibrante.
3. Fortalece el cuerpo durmiendo lo suficiente. Fortalece la economía reduciendo el carbono y otros gases de efecto invernadero y comprometiéndose con objetivos de carbono neto cero. Esto a veces es controvertido, especialmente en las regiones productoras de petróleo y gas. Pero debemos centrarnos en el largo plazo, no en el corto plazo. Ignorar las advertencias científicas y seguir adelante con el status quo puede ayudarnos a preservar un crecimiento a corto plazo. Sin embargo, los ahorros de no hacer nada hoy son superados con creces por las catástrofes económicas y ambientales que aguardan nuestra inacción.
4. Fortalece el cuerpo al comprender las conexiones entre cuerpo, mente, espíritu y alma. Fortaleces la economía protegiendo a los vulnerables, enfatizando la inclusión, abrazando la diversidad, denunciando el racismo y combatiendo el odio. Fomenta la creatividad invirtiendo en arte y cultura. Y busca ampliar el alcance de oportunidades para los desfavorecidos. Una economía no es buena hasta que es buena para todos.
No existe una píldora mágica para una salud perfecta. Y no hay atajos para la prosperidad económica a largo plazo. Ambos requieren tiempo, compromiso y paciencia. La buena noticia es que si nos enfocamos en lo que es importante: educación, infraestructura, administración ambiental e inclusión social, construiremos una economía fuerte, dinámica y resistente a largo plazo.
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