6 tácticas efectivas para manejar a un jefe tóxico Rescatar tu dignidad de un jefe abusivo es un trabajo en sí mismo.
Por Sherrie Campbell •
Este artículo fue traducido de nuestra edición en inglés.
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¿Trabajas bajo las órdenes de un matón? La forma más sencilla de responder a esta pregunta es comprobar cómo te sientes. Si te sientes intimidado, frustrado y temes entrar a la oficina porque te menosprecian, te humillan, te ignoran y te hacen menos, te encuentras en un entorno de trabajo hostil.
Por lo general, los jefes que acosan están bajo una tremenda presión, aman el control y se alimentan de dos cosas: la reacción emocional y la atención. Prosperan gracias al poder que tienen para manipular a los demás. Desafortunadamente, el jefe tóxico puede producir éxito al inducir miedo en sus empleados, pero también demostrará tener una vida útil más corta cuando se trata de éxito a largo plazo.
Solo debes saber que no estás solo. La razón número uno por la que las personas dejan su trabajo es porque no les agrada su jefe. Existe un jefe tóxico en casi todos los entornos laborales de las empresas estadounidenses. Una encuesta realizada en 2017 por el Workplace Bullying Institute definió este tipo de abuso emocional en el lugar de trabajo como el "maltrato repetido de un empleado por uno o más empleados o jefe; conducta abusiva que es: amenazante, humillante o intimidante, sabotaje laboral o abuso verbal ". La encuesta encontró que:
- El 61 por ciento de los estadounidenses son conscientes del acoso que tiene lugar en su lugar de trabajo.
- 60 millones de estadounidenses se ven afectados por el acoso laboral.
- Los jefes comprenden el 61 por ciento de los acosadores.
- El 65 por ciento de los empleados acosados perdieron sus trabajos originales cuando intentaron detener el acoso.
Lo más importante es que casi el 40 por ciento de las personas a las que se dirige un acosador experimentan problemas de salud relacionados con el estrés, que incluyen ansiedad debilitante, ataques de pánico y depresión clínica (39 por ciento).
1. Cambia tu enfoque de tu jefe a tu trabajo.
Es poco probable que un acosador cambie su comportamiento, por lo que tu primera opción es trabajar para cambiar el tuyo. En lugar de concentrarte en el jefe que está tratando de intimidarte, concéntrete solo en los detalles y las tareas de tu función. Tienes control directo sobre tu desempeño, así que asegúrate de concentrarte en lo correcto, que es tu trabajo, no tu jefe.
Cuanto más poder emocional le des a tu jefe tóxico, más se centrará tu jefe en ti como objetivo. Un acosador está más interesado en leer tu vibra que en analizar tu desempeño. Si tu jefe nunca consigue tu contacto visual, nunca recibirá la invitación para entrar en su espacio emocional. Cuando te concentras únicamente en las tareas de tu función, dejas de emitir una sensación de miedo y ansiedad por obtener la aprobación de tu jefe.
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2. Comprende al matón
El jefe que es un matón en su esencia es una persona insegura y manipuladora que hace berrinches. Son egoístas e inmaduros. La mayoría de ustedes no toleraría este tipo de comportamiento en sus propios hijos y no debería tolerar este tipo de trato por parte de su jefe. El problema es que tu jefe tiene mucho control sobre tu puesto. Por esta razón, no puedes enfrentarte al fuego con fuego.
Los jefes tóxicos manipulan su arsenal de demandas con tanta rapidez que les dificulta cumplir sus expectativas o seguir correctamente su dirección. Es una buena práctica tomar notas detalladas con horas, fechas y detalles de las conversaciones que has tenido con su jefe. Esto te ayuda a concentrarte en la tarea. Tendrás evidencia de lo que se dijo y solicitó, cuándo y en qué fecha, cuando tu jefe haga un movimiento para aclararlo sobre lo que cree que se supone que debes hacer. Mantener este registro disponible te ayuda a mantenerte conectado a la tierra en los hechos y fuera del fuego del drama emocional.
Estas notas también mantienen a tu jefe bajo control por temor a que puedas denunciarlo a recursos humanos. Tomar notas te permite mantenerte organizado y llamar a tu jefe tóxico en tus propios términos.
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3. Establece límites silenciosos
El lenguaje corporal es una excelente manera de lidiar de manera silenciosa pero efectiva con un jefe que es un matón. Aleja tu cuerpo de tu jefe cada vez que puedas. Dale a tu jefe el lado de tu cuerpo o la parte de atrás de tu cuerpo en todo momento. Cuando tengas que estar cara a cara con tu jefe, concéntrate en levantar el pecho y la barbilla. Esta postura comunica con suavidad pero con firmeza que estás abierto a hablar y que no te sientes intimidado.
A los matones les encanta ver a la gente acobardarse. Cuando tu jefe tóxico te persigue agresivamente, es natural que te acobardes; esta postura tomará el control inmediatamente cuando estés bajo el asedio de emociones como la vergüenza o la humillación. Cuando te concentras en tu lenguaje corporal, encubiertamente te das la ventaja. Tu jefe tóxico se dará cuenta de que tienes una vibra más fuerte y, naturalmente, responderá de manera menos agresiva. El lenguaje corporal es un comunicador más poderoso que las palabras que el agresor puede dar la vuelta y usar en tu contra; el lenguaje corporal no puede.
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4. Establece límites verbales
Analiza cómo te trata tu jefe desde un lugar objetivo. Haz una lista de los hechos. Dirás menos y lograrás más cuando te acerques a tu jefe con hechos y una postura física fuerte. Cuanto más nerviosos estamos, más tendemos a hablar. Cuando tengas hechos, establecerás mejores límites. Puedes ceñirte a los hechos sin tratar de convencer a tu jefe de nada ni exprimirle empatía o comprensión.
El conocimiento es poder y los hechos son el conocimiento que necesitas. Debe informarle a tu jefe que ya no tolerarás los hechos negativos en su lista en términos de cómo te tratan. Si tu jefe discute o comienza a comportarse mal, deje la conversación y dirígete a la persona que está por encima de su jefe. Dile a su jefe que, dado que no puedes comunicarte racionalmente, tú abordará tus inquietudes en otra parte.
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5. Construye una red
Es importante mantenerse en comunicación con otros empleados que también son blanco del mal trato de su jefe. Anima a tus compañeros de trabajo a documentar las fechas, horas y conversaciones que tengan con su jefe. Cuantas más personas participen en la documentación de los hechos, más fuerte será el caso que le dé a los recursos humanos para que intervenguen y posiblemente busquen capacitar más o despedir a su jefe tóxico. Cuanta más evidencia se traiga a los recursos humanos de varias personas, más claro será el patrón de abuso de diagnosticar y tratar.
6. Informa a la gerencia y a RR.HH. sobre el comportamiento del acosador
Informa a tus superiores y recursos humanos, a través de tu documentación y reuniones con tus compañeros de trabajo y tu jefe, que ha hecho todo lo que puede hacer por su cuenta para hacer frente y mitigar el comportamiento flagrantemente abusivo de tu jefe. Explica el impacto que ha tenido el acoso en tu salud física, emocional y mental, además de cómo ha afectado negativamente tu desempeño laboral. Presenta una denuncia formal y permitir que los recursos humanos inicien una investigación. Mientras tanto, es posible que debas tomar una licencia pagada para evitar aún más abusos una vez que su jefe sepa que está siendo investigado o, si es posible, continuar trabajando como siempre y darle a tu jefe la oportunidad de mostrar algún cambio.