Cómo saber si alguien te está manipulando leyendo su lenguaje corporal
Por Don Weber Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales
Los manipuladores vienen de muchas tamaños y formas. Además, no todos los que manipulan son inherentemente malos. Muchas personas no son conscientes de que están manipulando a los demás. En un momento u otro, tanto tú como yo hemos usado nuestra influencia para cumplir un deseo personal: esa es la naturaleza humana.
Sin embargo, hay algunos que manipulan intencionalmente a los demás. Buscan disminuir la autoestima del otro y causar daño. Pueden decir y hacer cosas amables cuando las personas "correctas" los están mirando, pero en verdad lo que buscan es su propio éxito y gratificación. A este tipo de manipuladores es a los que me he pasado identificando durante gran parte de mi carrera.
Trabajando para las principales agencias gubernamentales, aprendí mucho sobre cómo reconocer a los manipuladores. Mi trabajo era hacerme amigo de la gente para reunir inteligencia humana. Participé en esas actividades durante más de una década y aprendí muchísimo en esos años. Las habilidades que adquirí durante ese tiempo me ayudaron, literalmente, a sobrevivir.
Eventualmente, quise utilizar esas habilidades para hacer una diferencia positiva en el mundo. Hoy lo he logrado enseñando a otros sobre la comunicación. Uno de los temas que le he enseñado a otros implica saber identificar la manipulación a través del lenguaje corporal.
La manipulación y lenguaje corporal
He escuchado todo tipo de mitos en relación con este tema. Muchos libros afirman haber identificado el movimiento exacto de todos los manipuladores. Algunos aseguran que alguien que mira siempre a la izquierda está mintiendo. Otros dicen que los manipuladores se frotan la nariz de cierta manera. Eso no es del todo cierto.
La cruda y simple realidad es que usar el lenguaje corporal para identificar la manipulación requiere de tiempo y estudio. Para reconocer verdaderamente el engaño de alguien, debes de tener un conocimiento completo del lenguaje corporal de referencia o estándar de una persona. Cualquier desviación de la norma indica que algo anda mal.
Eso por eso que siempre te resultará más fácil detectar la manipulación cuando provenga de alguien que sea cercano. Estás acostumbrado al lenguaje corporal natural de tus seres queridos y te resultará más fácil reconocer cualquier desviación, ya sea consciente o subconsciente.
Recuerda: puede ser cierto que una persona que mira hacia la izquierda o se frota la nariz, podría estar tratando de manipular, pero esto solo se aplica si estos gestos no son comunes para esa persona.
Las señales de un manipulador
Una vez que comprendas a fondo el lenguaje corporal y los gestos típicos de una persona, puedes empezar a detectar las desviaciones en su comportamiento. Estas desviaciones de la norma pueden ocasionalmente reflejar signos de manipulación. A continuación, presentamos ejemplos de algunas desviaciones estándar que he presenciado en manipuladores:
1. Golpeteo con los pies
Cuando alguien está golpeando con sus pies, a menudo es un signo de molestia o impaciencia. Un manipulador puede golpear sus pies o comenzar a hacer clic en un bolígrafo, para transmitir deliberadamente esas emociones y hacer que su víctima se sienta culpable. Golpear los pies también puede hacer que apresures tu decisión, lo que podría jugar a favor del manipulador.
2. Rascarse la barbilla
Cuando un manipulador se rasca la barbilla está tratando de mostrar incertidumbre o falta de confianza. Esta es a menudo una táctica utilizada para obligar a las personas a ceder y decir: "Está bien. Puedo hacerlo".
Estoy seguro de que puedes pensar en las muchas veces que le has dicho a alguien que querías hacer algo que no hiciste, porque parecía inseguro de sus habilidades. Sin embargo, si estás seguro de que una persona es capaz de hacer lo que te está pidiendo, y todavía se está rascando la barbilla, es probable que esté tratando de manipularte para que lo haga por ellos.
3. Frotarse las manos y el cuello
Piensa en tu villano favorito de Disney. Puedes imaginarlo fácilmente frotándose las manos mientras se ríe de maníacamente.
Incluso Disney puede reconocer que este comportamiento es un signo de conspiración egoísta. Aunque los manipuladores de la vida real pueden no tener una risa malvada, frotarse las manos puede ser su forma de comunicar dominio, molestia o prisa.
Muchas personas que sienten estrés también se frotarán el cuello. Es posible que un manipulador muestre señales de estrés o culpa al explotar a otro. Solo los sociópatas expertos encuentran un deleite completo en engañar a su objetivo. Si encuentras que un masaje en el cuello es una acción inusual de un individuo en particular, podría una señal para preocuparte.
4. Contacto visual y movimiento
Comúnmente se cree que, si alguien te mira directamente a los ojos, te está diciendo la verdad. Sin embargo, los manipuladores pueden mantener el contacto visual durante mucho tiempo. De hecho, un manipulador o mentiroso observa atentamente a su víctima y la mira continuamente a los ojos para determinar si está cayendo en su estratagema. Si alguien que no suele hacerlo te mira directamente a los ojos, podría estar mintiendo.
Otro secreto importante sobre los ojos de un manipulador es la velocidad de parpadeo. Parpadear puede revelar lo que está sucediendo en la neurología de una persona. Un aumento en la frecuencia del parpadeo puede indicar un aumento de adrenalina, estrés o el miedo. El parpadeo reducido transmite más concentración o relajación, dependiendo del contexto de la situación.
5. Cambio de posiciones corporales
Si sientes que alguien está tratando de controlarte, comienza a prestar atención a la frecuencia con la que cambian la posición de su cuerpo. Cambiar de posición puede ser la forma en que un manipulador te hace creer que están experimentando incomodidad. Nuestras mentes están entrenadas de forma innata para reconocer cuando una persona se siente incómoda y para tratar de proporcionar consuelo. Como resultado, puedes estar cediendo cuando alguien cambia constantemente de posición.