¡Como en Jurassic Park! Científicos traerán de nuevo a la vida a una especie extinta, el lobo de Tasmania Un laboratorio en la Universidad de Melbourne en Australia trabaja ya en el proyecto que busca "des-extinguir" a la especie.
Por Entrepreneur en Español Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
El 20 de noviembre de 1990 el escritor estadounidense, Michael Crichton, cautivó al mundo con Jurassic Park, novela que exploraba la posibilidad de traer de vuelta a la vida a los dinosaurios a partir del DNA encontrado en un mosquito prehistórico atrapado en ámbar. En manos del director de cine Steven Spielberg, la historia se transformó en un blockbuster y hasta ahora era solo una gran obra de ficción. Sin embargo, la noticia de que un laboratorio ubicado en Australia intenta revivir a un animal ya extinto (el término que utilizan es "des-extinguir" [de-extinct en inglés]) ha hecho que regresemos a las páginas y la historia imaginada por Crichton.
La especie no es prehistórica, pero sí se trata de una que se vio por última vez en el planeta Tierra en 1936, cuando el último espécimen murió en cautiverio en un zoológico de Australia. El lobo de Tasmania o tilacino era un marsupial carnívoro que habitó en Australia, Tasmania y Nueva Guinea. Su aspecto era similar al de un canino, pero con pelaje rayado y mandíbulas capaces de abrirse en ángulo recto. Se cree que debido a la proliferación de dingos en Australia (esos imponentes perros salvajes) los tilacinos terminaron por existir solo en la isla de Tasmania condenados a extinguirse con la llegada del ser humano y la cacería desmedida.
Cada año cientos de personas reportan supuestos avistamientos del animal en libertad, aunque en realidad ninguno de ellos ha sido confirmado. Sin embargo, gracias a la labor del Laboratorio Integrado en Investigación para la Restauración Genética del Tilacino (TIGRR por sus siglas en inglés) muy pronto el animal podría ser visto de nuevo en el mundo. Por medio de un proceso llamado "edición genética" los científicos planean tomar células de un dunnart (un pequeño marsupial que todavía existe en Australia) para combinarlas con células de tilacino y crear un embrión que sería implantado en la matriz de una hembra de otra especie marsupial llamada quol.
Dado que el ecosistema en el que habitaron alguna vez los lobos de Tasmania permanece casi igual que cuando existieron, los científicos creen que el espécimen podría adaptarse sin problema a una vida en libertad.
La Universidad de Melbourne, en donde se encuentra el laboratorio, ha recibido fondos de $5 millones de dólares australianos (unos $3.5 millones de dólares estadounidenses) para avanzar con el proyecto encabezado por el profesor Andrew Pask de la Escuela de Biociencias, quien explicó en un comunicado emitido por la universidad: "Gracias a esta generosa financiación, estamos en un punto de inflexión en el que podemos desarrollar las tecnologías para potencialmente recuperar una especie de la extinción y ayudar a salvaguardar a otros marsupiales al borde de la desaparición".
En los últimos 200 años han desaparecido al menos 39 especies de mamíferos en Australia y nueve figuran actualmente entre las que se encuentran ya en peligro de extinción.