78% de los empleadores están usando herramientas de trabajo remoto para espiarte. Este es un enfoque más efectivo (y ético) para rastrear la productividad de los empleados Las investigaciones y el sentido común indican que la práctica perjudica más de lo que ayuda.

El 78% de los empleadores utilizan software para espiar a sus trabajadores. Pero las investigaciones y el sentido común muestran que esta tentadora práctica hace mucho más daño que bien. Además, el 83% de los empleadores reconocen que es éticamente cuestionable. Cuando espías a tu gente, cambias la confianza, la cultura y la moral por datos incompletos sobre su productividad.

Los modelos híbridos y el trabajo desde casa llegaron para quedarse. Las empresas de todo el mundo están invirtiendo millones en la experiencia digital del empleado (DEX), lo que reduce la fricción con las tecnologías de la información y hace que los empleados sean más felices y productivos. Pero ese mismo cambio ha alentado a las empresas a implementar tecnología de vigilancia de la productividad. Esta tiene el efecto contrario e incluso castiga a aquellos que supuestamente pierden el tiempo de la compañía.

DEX y la vigilancia de la productividad son muy diferentes. DEX ayuda a los empleados y a sus empresas, mientras que la vigilancia perjudica a ambos. Además, los datos de la vigilancia de la productividad son, irónicamente, una medida terrible para la productividad. Muchas empresas tienen buenas justificaciones para prácticas específicas de monitoreo de seguridad y cumplimiento. Pero no debemos dejar que la vigilancia de la productividad se esconda entre las sombras de las medidas necesarias para prevenir desastres como el robo de datos.

¿Qué es y qué mide la vigilancia de la productividad?

Los líderes están preocupados por la productividad. El 85% culpa al trabajo híbrido de ocultar si los empleados están realmente siendo productivos, aunque el 87% de los empleados aseguran que son más productivos trabajando desde casa.

La vigilancia de la productividad incluye cosas como tomar capturas de pantalla a lo largo del día, registrar pulsaciones de teclas y clics, analizar la frecuencia y la duración de los mensajes y rastrear el uso del sitio web. Todo con la finalidad de medir, salvaguardar y aumentar la productividad de los trabajadores (al menos eso es lo que esperan los gerentes).

Las empresas implementan la vigilancia de la productividad para controlar la manera cómo los empleados usan su tiempo. Pero, las medidas que utilizan son extremadamente problemáticas. Las capturas de pantalla, los keyloggers (programas que registran la actividad en el teclado), los rastreadores del movimiento del mouse y los registros de frecuencia de mensajes no pueden captar el importante trabajo que se realiza fuera de los dispositivos de la empresa. Los trabajadores sociales, por ejemplo, han sido penalizados por visitar a los clientes. Las compañías han descontado dinero a sus empleados por los descansos rutinarios para ir al baño. Y ninguna de estas intrusiones mide la verdadera productividad, como los resultados alcanzados, la calidad del trabajo o el logro de objetivos.

Esta tecnología está haciendo un daño real a las personas que no lo merecen. ¿Y para qué?

El daño no tan oculto y el insoportable costo de la vigilancia

La vigilancia de la productividad daña la relación entre los trabajadores y las empresas, y hace que los empleados sean más propensos a mentir, engañar, robar, fingir trabajar y renunciar.

El 43% de los trabajadores remotos sienten que la vigilancia de los empleados viola su confianza; el 59% siente ansiedad; el 26% siente resentimiento, y el 28% se siente subestimado cuando es sometido a este tipo de tecnología. Los empleados rastreados tienen casi dos veces más probabilidades de fingir que trabajan y pasan más de una hora extra en línea todos los días en promedio, solo para ser vistos por colegas y gerentes.

Los autores de dos estudios de 2021 descubrieron muchos efectos paradójicos de la vigilancia de los empleados. Los trabajadores monitoreados son "sustancialmente más propensos" a participar en innumerables comportamientos negativos, incluyendo dañar y robar la propiedad del lugar de trabajo, tomar descansos no aprobados, ignorar instrucciones y hacer trampa, trabajar a un ritmo lento a propósito y culpar a los demás por sus acciones.

Durante la pandemia, las personas hicieron un balance de sus prioridades. Millones de personas han renunciado debido a las malas condiciones de trabajo y al poco equilibrio entre la vida laboral y personal y la vigilancia de la productividad daña a ambas. Casi el 60% de los trabajadores tecnológicos dijeron que rechazarían una oferta de trabajo si fueran vigilados por audio o video para reforzar su productividad. Aproximadamente la mitad de ellos dejaría un trabajo si sus empleadores usaran vigilancia de audio y/o video, reconocimiento facial, seguimiento de pulsaciones de teclas o capturas de pantalla.

DEX vs. vigilancia de la productividad

DEX, por otro lado, es un tipo de tecnología y estrategias para empoderar, no castigar, a los trabajadores. Las herramientas DEX encuentran y solucionan problemas de TI antes de que causen retrasos y frustración, y rastrean el sentimiento de los empleados sobre las experiencias de TI para mejorarlas continuamente tras bambalinas.

DEX es distinto de la vigilancia de la productividad porque examina las cosas, no a las personas: el rendimiento del dispositivo, la velocidad de la red, los bloqueos de aplicaciones y aspectos similares. Las empresas utilizan estos datos para mejorar la experiencia tecnológica de los trabajadores, no para evaluar su productividad o castigarlos. Esto es precisamente lo que quieren los empleados: el 90% dice que la experiencia digital de su empresa tiene margen de mejora, el 82% dice que la resolución tardía de los problemas de TI ralentiza a los empleados y el 68% dice que DEX tiene un nivel alto o crítico de influencia en los ingresos.

El contraste no podría ser más claro. DEX hace que los trabajadores sean más productivos, que la jornada laboral sea más agradable y que las empresas ganen más dinero. Vigilar la productividad con la tecnología hace que tus empleados se sientan desmoralizados, poco confiables y ansiosos por encontrar un mejor trabajo. Para los líderes, es hora de analizar detenidamente sus decisiones en torno a la vigilancia de la productividad. También es un momento para la introspección. Pongamos fin a esta tendencia equivocada antes de que siga avanzando.