¿Hablas demasiado? Necesitas brevedad: aquí tienes 6 estrategias de comunicación para evitar hablar en exceso El tiempo es el recurso más precioso para un emprendedor, pues cada momento es una oportunidad para innovar, planificar estrategias y llevar su negocio hacia el éxito. No desperdicies el tiempo de otra persona al no ser conciso.
Por Roxanne Klein Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
Key Takeaways
- Para la mayoría de los emprendedores, el tiempo es dinero. Cuando divagas sobre detalles que no tienen que ver con el tema en cuestión, les quitas tiempo valioso a los demás.
- Recuerda ser siempre respetuoso con el tiempo de los otros.
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La comunicación efectiva resulta esencial para el éxito empresarial. Como dueño de un negocio, tu capacidad para expresar tus pensamientos de manera clara y concisa puede hacer o deshacer acuerdos, colaboraciones y relaciones. Una trampa común en la que muchos caen es el "nibbling" (mordisquear): el hábito de sobreexplicar, hacer preguntas innecesarias y no llegar al punto rápidamente.
Yo tengo tendencia a mordisquear. Si a ti también te pasa, este artículo explorará estrategias para ayudarte a evitarlo y convertirte en un comunicador más eficiente y respetado.
El poder de la brevedad
Imagina esta situación: te reúnes con inversores potenciales y estás ansioso por presentar tu innovadora idea de negocio. Sin embargo, en lugar de abordar el núcleo de tu propuesta, pasas los primeros quince minutos compartiendo detalles innecesarios sobre los orígenes de tu empresa. Esto es un ejemplo clásico de mordisquear, desviarse del tema y no llegar al punto.
Para la mayoría de los emprendedores, el tiempo es dinero. Cuando divagas sobre detalles que no tienen que ver con el tema en cuestión, les quitas tiempo valioso a los demás. Recuerda presentar tus ideas, comentarios o inquietudes de manera concisa.
1. Prepárate para la comunicación en persona o por teléfono
Antes de tener comunicación en persona o por teléfono, anota los puntos principales que deseas transmitir. Si estás dirigiendo una reunión, ten siempre un orden del día. Si no se trata de una reunión formal, pero aún tienes varios temas que discutir, te recomiendo escribir los temas principales a discutir antes de acercarte a la persona con la que vas a comunicarte.
Esto te ayudará a mantenerte enfocado. Si necesitas contar una historia para transmitir tu punto de vista, comenta de antemano a la persona o grupo con la que estás hablando, que la historia es necesaria. De esa manera, quienes te escuchan entenderán que estás compartiendo información importante. Recomiendo agendar un tiempo en el calendario antes de las reuniones para planificar tu agenda y los temas que necesitas discutir.
2. Elige tus preguntas cuidadosamente
Un hábito común de los mordisqueadores es hacer una pregunta de manera distinta para obtener una respuesta diferente. Aunque esta táctica puede ser efectiva en ventas, si tu objetivo no es vender sino comunicarte, debes aceptar las respuestas que recibes de los demás. Además, si ya has tomado una decisión, no es buena idea preguntar a otros para intentar validar tu propia decisión. No solo estás desperdiciando el tiempo de tus colegas, sino que también dañas la confianza y la credibilidad.
3. Intenta responder a tus propias preguntas
Supongamos que tienes un problema con tu computadora y una persona en tu oficina es experta en tecnología. Antes de pedir ayuda trata de buscar la respuesta en línea. Este enfoque demuestra a los demás que solo haces preguntas cuando es necesario.
4. Sé un oyente paciente
La comunicación efectiva es de doble sentido. Resulta vital permitir que tu interlocutor responda. Nunca interrumpas a alguien en medio de su respuesta con más preguntas. Interrumpir la conversación entorpece el flujo y da la impresión de que estás más interesado en tu agenda que en su opinión.
Deja que la otra persona responda por completo cuando haces una pregunta antes de pasar a la siguiente. Hacerlo muestra tu respeto por su perspectiva y fomenta respuestas más completas. Recuerda, las conversaciones se tratan de construir conexiones y fortalecer relaciones.
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5. La importancia del correo electrónico
Siempre que sea posible, utiliza el correo electrónico. Aunque puede ser tentador ir a la oficina de alguien y hacer una pregunta que consideras importante, recuerda respetar el espacio de tus colegas. A nadie le gusta que lo interrumpan, especialmente por asuntos que no son urgentes. Cuando no necesites una respuesta en un momento específico, usa siempre el correo electrónico. Además, mantener el diálogo en el correo electrónico te permite revisarlo en el futuro.
Es más probable que llegues directamente al punto e incluyas solo los detalles necesarios en los correos electrónicos. Los correos electrónicos desalientan el mordisqueo improvisado durante conversaciones espontáneas, pues ya has recopilado tus pensamientos por escrito.
Por supuesto, hay situaciones en las que una respuesta inmediata es crucial, y en esos casos, una llamada telefónica o una conversación en persona puede ser justificada. Sin embargo, al abrazar la eficiencia del correo electrónico, reduces la probabilidad de caer en la trampa del mordisqueo innecesario durante interacciones improvisadas.
6. Cambio de mentalidad
Ser consciente de tus patrones de comunicaciónhttps://www.entrepreneur.com/es/tecnologia/como-la-comunicacion-efectiva-de-los-empleados-aumenta-la/405885 puede ser un excelente primer paso para liberarte del hábito de mordisquear. Busca siempre claridad, respeto y eficiencia. No ser un mordisqueador no significa apresurarse en las conversaciones. Se trata de transmitir tu mensaje de manera efectiva, hacer preguntas con propósito y comprometerte genuinamente con los demás. Al perfeccionar estas habilidades, ahorrarás tiempo valioso, construirás conexiones más sólidas y dejarás una impresión duradera como un propietario de negocios que valora el diálogo significativo.
El mordisqueo es una tendencia que creo que siempre he tenido. Hasta hace unos cinco años, cuando mi corredor gerente mencionó que yo era un mordisqueador, no tenía idea de que lo era. Creo que es fácil para cualquiera ser o convertirse en un mordisqueador. Sin embargo, si planeas con anticipación, recuerdas ser respetuoso con el tiempo de los demás y eres consciente de que eres mordisqueador, tus tendencias de mordisqueo pueden desaparecer o disminuir de manera significativa.
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