Emprendedor o ejecutivo: así es sobrevivir en una startup En el mundo de las startups, elegir entre ser emprendedor o ejecutivo es crucial. Exploramos las ventajas, desafíos y cómo tomar la decisión adecuada para tu carrera.
Por Sebastián Medrano Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
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En el vertiginoso mundo de las startups, las decisiones que tomamos al principio de nuestra carrera pueden tener un impacto significativo en nuestro camino profesional. Una de las elecciones más cruciales que enfrentan los aspirantes a emprendedores y profesionales jóvenes es si deben entrar en una startup con la finalidad de aprender del ecosistema y hacer contactos para después fundar su propia empresa, o quedarse en las startups a hacer carrera como ejecutivos.
Ambos caminos tienen sus propias ventajas y desafíos, y la elección correcta depende en gran medida de las habilidades, aspiraciones y preferencias de cada individuo, de su proyecto de vida y la definición propia de éxito profesional, la cual es subjetiva debido a que varía significativamente de una persona a otra en función de sus valores, objetivos personales y aspiraciones individuales. Me explico, lo que para una persona es un logro profesional significativo para otra tal vez no lo sea. Además, la percepción del éxito también puede cambiar con el tiempo a medida que evolucionan las metas y las circunstancias personales.
Bienvenido al mundo de las startups
Entrar en una startup con la intención de aprender del ecosistema y de hacer contactos puede ser un camino emocionante y valioso para aquellos que tienen una pasión por la innovación y la ambición de convertirse en emprendedores en el futuro. Este enfoque requiere una serie de habilidades y mentalidades específicas.
Las startups son entornos que fomenta la inclusión de individuos con diversas habilidades, los equipo de trabajo (en definitiva) están 'fuera de la caja' para el mundo corporativo; no sólo a nivel de hard y soft skills, sino de dinámicas diarias, ambiciones, conocimiento tecnológico e incluso prioridades de vida y laborales.
Quienes buscan hacer una carrera como emprendedores, muchas veces optan por incorporarse a estas compañías antes de iniciar su propia startup, porque el nivel de aprendizaje, la construcción de relaciones , la mentalidad emprendedora, e incluso la toma de decisiones y liderazgo, en definitiva se obtiene en estas compañías, son como semilleros de emprendedores, eso es innegable.
Y aunque en las startups se aprende muchísimo, la realidad es que el mejor aprendizaje para ser emprendedor se obtiene en el fracaso y la resiliencia. No es un camino sencillo, aunque muchos aún lo creen y esto en gran medida está motivado por la 'romantización del emprendimiento', que nos hace ver portadas de revistas y diarios con los rostros sonrientes de quienes están detrás de las grande empresas, pero poco se habla de los sinuoso que fue llegar ahí.
Casi nadie habla de este tema, pero cuando nace una nueva empresa hay ilusiones y sueños, pero también una gran cantidad de estrés y presión para que funcione; y una vez que lo hizo la incertidumbre se mantiene porque el reto escala porque ahora la startup tiene que crecer y crecer, así funcionan estas compañías.
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No todo es miel sobre hojuelas
Es importante dejar claro que trabajar para una startup, ya sea como fundador o ejecutivo, no es asunto de miel sobre hojuelas. Estas empresas crecen a ritmos acelerados y requieren de personas con un nivel de resolución de problemas, aprendizaje y adaptabilidad considerablemente superior al de otras empresas. En una startup, el que deja de aprender simplemente no tiene futuro.
Quienes optan por ser ejecutivos suelen ser juzgados, ya que persiguen un sueño diferente al de ser emprendedor. La realidad es que no todo el que trabaja en una startup sueña con fundar su propia empresa.
Para algunos, especializarse en áreas como marketing, desarrollo de productos, ventas o finanzas representa una oportunidad de perfeccionar habilidades en un mundo que los apasiona, y cuando esto ocurre los resultados son igual de buenos que salir y crear una empresa por cuenta propia.
Ya sea que elijas el camino del emprendimiento o el de ejecutivo, lo importante es nunca dejar de aprender. Ambos caminos ofrecen oportunidades emocionantes y desafiantes para el crecimiento profesional. Es importante reflexionar sobre tus propias metas y valores antes de tomar una decisión, y también es válido considerar que no está necesariamente limitado a uno u otro; algunas personas pueden elegir un camino y luego cambiar de dirección. En última instancia, lo más importante es seguir tu pasión y trabajar para lograr tus objetivos.
¡Buena suerte!