¿Es posible sanarte a ti mismo cuando el mundo se está desmoronando? Estos 4 hábitos de vida te pueden ayudar Podemos lograr cosas increíbles si todos hacemos pequeños esfuerzos para cambiar la narrativa.
Por Rachel S. Ruby Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
Key Takeaways
- Para muchos de nosotros, comprender y procesar los eventos recientes resulta extremadamente desafiante, ya que nunca hemos enfrentado una crisis similar.
- El concepto de "ojos que no ven, corazón que no siente" tiene ventajas.
- Haz de la gratitud un hábito.
Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales
Tal vez en este momento estés intentando sanar y seguir adelante después de un trauma y podrías sentir como si tu mundo se estuviera desmoronando. Por ejemplo, la vida diaria puede parecer especialmente difícil si estás pasando por un divorcio. Súmale los eventos que están ocurriendo en el mundo, incluyendo en nuestros propios hogares, y es fácil caer en la negatividad y convertirse en una víctima.
Puede que nunca hayas sido una persona que sufra de ansiedad, miedo paralizante o la incapacidad de funcionar en el mundo. Puede que seas optimista y tengas una inmensa esperanza en la humanidad. Puede que seas amable y que aceptes las cosas, que siempre hayas sentido que todos somos uno y que la única forma en que viviremos juntos en este planeta es aceptando las diferencias y buscando la paz.
Sin embargo, en tiempos recientes, los acontecimientos han llevado a una creciente división y aumento del miedo. Para muchos de nosotros, enfrentar y comprender estos acontecimientos resulta extremadamente desafiante debido a nuestra falta de experiencia en crisis similares, lo que dificulta nuestra capacidad humana para analizar y asimilar estos sucesos. ¿Cómo sigue uno progresando en el viaje de sanación durante tiempos tan complejos? Aquí hay algunas cosas que puedes hacer para que sea un poco más llevadero.
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1. Apaga las noticias y los dispositivos electrónicos
El concepto de "ojos que no ven, corazón que no siente" tiene sus ventajas. Aunque es importante estar al tanto de lo que está sucediendo en el mundo, es mejor dedicar un tiempo específico cada día para revisar las noticias principales, revisar las redes sociales... y luego alejarte. Cuanto más nos expongamos a escuchar la negatividad (como la desesperación, resúmenes de eventos horribles, frustración, ira), más difícil será enfocarnos en lo positivo y más difícil será sanar de nuestros propios desafíos.
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2. Expresa gratitud pese al odio y el miedo
Sé que esto suena imposible cuando los eventos externos dominan nuestros sentidos, pero se puede hacer. Comienza tu día con una expresión de gratitud y reconociendo todas las cosas por las que te sientes agradecido. Por si te resulta difícil hacerlo, aquí hay algunas: la respiración, la vida, el amor por la familia, los seres queridos y los amigos, la naturaleza, las personas que actúan desde el amor, la posibilidad de elegir y la belleza que nos rodea.
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Incluso en la guerra, hay belleza en un amanecer o un atardecer, en la forma en que el mar golpea la costa y vuelve a retroceder suavemente, el destello en un lago cuando el sol brilla, los pájaros alzando el vuelo... la lista continúa. Si no puedes ver estas cosas físicamente, puedes cerrar los ojos e imaginarlas. Pero haz de la gratitud un hábito.
3. Haz cambios internos para amar más cada día
El miedo tiende a hacernos sentir impotentes, lo que puede convertirnos en víctimas. Cuando nos transformamos en víctimas, tenemos miedo de salir al mundo y brillar con nuestra propia luz, y nos hundimos en un pozo de negatividad. Dejamos de intentar hacer cambios internos y pensamos que no podemos hacer nada para modificar lo que está fuera de nosotros. Pero siempre podemos hacer cambios, tanto internos como externos.
Los cambios internos provienen de una tríada de deseo, creencia y expectativa. Debes desear el cambio, creer que puedes lograrlo y esperar que suceda. Lo primero es fácil: querer paz y alegría dentro de tu vida es algo que casi todos deseamos. Creer que sucederá puede ser un desafío, especialmente cuando pasan cosas terribles fuera de tu pequeña burbuja, y muchos de nosotros necesitamos trabajar en esta parte de la tríada. El último —la expectativa— significa que esperas que eso que deseas y en lo que crees SUCEDA, punto. Eso representa otro desafío para muchos humanos, especialmente para aquellos que han caído en la victimización. Puede que necesites ayuda con esta tríada, y la sanación no será posible hasta que logres los tres.
Comienza un diario y escribe sobre los cambios que deseas ver dentro de ti, luego trabaja hacia ellos. Date cuenta cada vez que caigas en el agujero de la victimización y reemplaza tus pensamientos con afirmaciones de amor. Sé indulgente contigo mismo: Roma no se construyó en un día, ni sanarás en un día o una semana, quizás tampoco en meses o más. Pero cada paso en la escalera te acerca más a ello, por eso se llama un viaje. Celebra cada uno.
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4. Toma tu amor propio y difúndelo
Una vez que hayas hecho cambios dentro de ti para invocar a tu mejor y más elevado ser y trabajar hacia tu sanación, debes centrarte en qué acciones puedes tomar para difundir el amor que has descubierto dentro de ti. Esto debe hacerse y creará un efecto dominó, por pequeño que sea, que arraigará y se propagará. Puede ser algo tan simple como reconocer al empleado de una tienda que parece infeliz y preguntar si todo está bien... esto tiene un gran impacto positivo, ya que es probable que el empleado se sienta escuchado y validado cuando le digas que esperas que las cosas mejoren y que no se rinda. Prueba esto y observa qué sucede.
Cada vez que ajustas tu perspectiva y respondes en lugar de reaccionar, puedes hacer un cambio en el mundo. Puede ser microscópico, pero celebra el cambio de todos modos.
Así es como se difunde el amor. Imagina al empleado de la tienda mencionado anteriormente, que regresa a casa y se siente ligeramente mejor porque te tomaste un momento para preocuparte. ¿Qué podría hacer esa persona para propagar esa buena sensación?
Ya que te sientas capaz de aumentar tu capacidad para hacer cambios, puedes hacer más: ser voluntario para ayudar a quienes tienen menos suerte, promover cambios positivos en tu comunidad, escuchar mejor, visualizar y manifestar paz y amor. Cuando te das cuenta del poder de tus acciones, puedes difundir este sentimiento de muchas maneras. Un hermoso árbol comienza como una semilla. Si todos hacemos pequeñas cosas para cambiar la narrativa, lo que podemos lograr es increíble.
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