Si parece que no puede ejecutar sus planes, aborde estos 6 problemas La rápida adaptación al cambio es vital en el mundo posterior a la pandemia, pero un factor antiguo sigue siendo la piedra angular del negocio: la ejecución de un plan claro y medible.
Por Thomas Helfrich
Este artículo fue traducido de nuestra edición en inglés.
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Cada aspecto de nuestra existencia está ligado a un transmisor de cambio. Con el tiempo, hemos pasado de usar herramientas rudimentarias a un punto en el que la tecnología ha redefinido prácticamente todos los aspectos de la vida. El mundo de los negocios , por supuesto, no es una excepción, ya que ha sido testigo de un cambio sísmico en todas sus áreas clave. ¿Quién hubiera pensado que llegaría el día en que podríamos realizar transacciones comerciales completamente en línea sin tener que conocernos en persona? Y no hace falta decir que hace tres años te habrían mirado con curiosidad si hubieras ofrecido en una reunión o seminario que algún día podríamos trabajar completamente desde casa.
Desde cómo realizamos transacciones comerciales digitales hasta cómo nos comunicamos con nuestra audiencia y clientes, hemos llegado a un punto en el que es obligatorio adaptarse a los cambios de tendencia rápidos para mantenernos relevantes y sobrevivir.
Tener un plan y ejecutarlo
"Para mí, las ideas no valen nada a menos que se ejecuten. Son solo un multiplicador. La ejecución vale millones". —Steve Jobs
Una estrategia sostenible es parte integral de la supervivencia de cualquier empresa que aspire a ser relevante; sin embargo, los planes por sí solos no serán suficientes: no salvarán a su negocio de estrellarse contra las rocas si no los sigue con la ejecución.
Desde la pesadilla de la pandemia , las empresas han tenido que cambiar estratégicamente de marcha para responder al mercado, y lo hicieron adoptando alternativas viables disponibles principalmente a través de la tecnología.
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Gary Vaynerchuck , presidente del holding de medios y comunicaciones VaynerX, lo expresó sucintamente: "La ejecución es el juego". Sin tareas claramente definidas, planes de trabajo medibles y los medios para evaluar el progreso en relación con los hitos, una organización no puede esperar alcanzar su objetivo o alcanzar el éxito. No ejecutar una estrategia correctamente da como resultado líneas de comunicación débiles y falta de objetivos para los empleados.
El principio detallado anteriormente puede generalmente reconocerse como esencial, sin embargo, aproximadamente el 90% de las organizaciones no logran ejecutar sus planes estratégicos de manera efectiva, según la investigación mencionada en el libro de 2010 de Chris Zook y James Allen, Profit from the Core: A Return to Growth in Turbulent Times. .
Estos son algunos de los factores que contribuyen a esa tasa de fracaso y cómo abordarlos.
1. Mala comunicación
La ejecución de cualquier plan será difícil siempre que la comunicación sea deficiente. es vital para
comunique lo que su organización quiere lograr en términos claros y simples para que todos conozcan su rol. Esto podría ser en forma de una reunión de todo el personal o simplemente una cultura laboral acogedora que fomente el esfuerzo colectivo y el trabajo en equipo, donde se celebre cada hito.
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2. Falta de compromiso con un plan estratégico
Cuando el centro no se sostiene, las cosas inevitablemente se desmoronan. El mismo principio vale para cualquier ejecución que carezca de compromiso. Para ejecutar con éxito un plan para lograr un objetivo deseado, asegúrese de que todos estén en la misma página y comprometidos con él.
3. Falta de claridad en cuanto a objetivos y prioridades
Es casi imposible que cualquier plan se logre sin claridad. Piense en esto como algo similar a los faros de su automóvil: hacen un camino sencillo que lo lleva a uno a un destino. Es fundamental que haya claridad desde el inicio de la fase de planificación, y los resultados deben ser simples, identificables y fáciles de reconocer.
4. Acciones aisladas y fragmentadas
Prácticamente nada funciona o tiene éxito de forma aislada. El logro requiere un esfuerzo de equipo orientado a lograr un objetivo común. Por lo tanto, construya un equipo que fomente una cultura de trabajo saludable donde cada empleado se sienta valorado e importante.
5. Incapacidad para realizar un seguimiento del rendimiento
No es fácil alcanzar una meta cuando el desempeño no se puede medir; se vuelve imposible saber si se está progresando. La ejecución exitosa requiere indicadores clave de rendimiento (KPI) desde el principio. Esto debe articularse en números, para que sea fácil de rastrear, medir y ser útil para anticipar resultados futuros.
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6. Resistencia al cambio
El cambio es inevitable, pero no todas las organizaciones son lo suficientemente flexibles para adoptarlo. La resistencia al cambio es un factor que puede arruinar la posibilidad de ejecutar cualquier objetivo con éxito. Por lo tanto, prevea posibles eventualidades en cualquier fase de un proyecto durante su fase de planificación estratégica.