Las 4 lecciones de liderazgo que aprendí en una crisis en la montaña Durante una dinámica de integración en la montaña, un grupo de personas que solo se conocían por correo electrónico se transformaron en un verdadero equipo de trabajo. ¿Cómo sucedió esto?
Por David Mann Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
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La capacidad de funcionar cuando las cosas se ponen difíciles es muy relevante para el mundo laboral actual. Piensa en la situación en la que todos nos encontramos justo en medio de la llamada Gran Resignación y la tendencia de la "renuncia silenciosa". Necesitamos formas para contratar nuevos integrantes dinámicos para el equipo (a veces de forma remota) y conectar profundamente con ellos para enfrentar unidos desafíos nunca vistos.
Cuando llevé a un equipo de líderes de la compañía a la cima del Monte Whitney en California, la montaña más alta de los Estados Unidos, no me di cuenta de que la parte más difícil sería el descenso, hasta que a Kelly, parte de mi equipo, le dio el mal de la montaña. Ella apenas podía caminar y todo el equipo luchó para llegar a la seguridad relativa de la base de la montaña, donde logramos pedir ayuda por medio de la comunicación satelital.
Lo que yo sí sabía y transmití a mi equipo es que sin saberlo se habían estado preparando para este momento en silencio, incluso antes de comenzar sus preparativos para escalar montañas. El ambiente de trabajo, sus tensiones y desafíos de liderazgo habían preparado al grupo para colaborar y trabajar en equipo con el fin de sobrevivir.
Entonces, ¿cómo es que el liderazgo efectivo y el trabajo en equipo nos salvaron ese día en la montaña? ¿Cómo puedes llevar estas lecciones a tu propia oficina y usarlas para contratar nuevos integrantes en tu equipo que se protegerán y apoyarán sin importar el escenario?
1. Identificar los riesgos conocidos y admitir los desconocidos
Cuando mi equipo reconoció que teníamos un problema, necesitábamos evaluar nuestra situación en busca de riesgos. El mal de la montaña que Kelly padecía mejoraría si seguíamos descendiendo, aunque un mayor esfuerzo podría debilitarla.
Preparé al equipo para diferentes eventualidades realizando una evaluación exhaustiva de riesgos y un plan de mitigación antes del ascenso. Pese a ello, mi rigurosa planificación fue puesta a prueba por los elementos inesperados del Monte Whitney, como los riesgos desconocidos del terreno de la montaña, el clima y la falta de señal en los teléfonos celulares que nos aisló y nos dejó vulnerables.
Aprendimos que es importante que los líderes evalúen e identifiquen los riesgos de un proyecto y que estén preparados para defenderse contra ellos, pero también para aceptar la presencia de peligros aún desconocidos.
2. Use registros regulares para aumentar la responsabilidad
Una de las principales razones por las que nuestro equipo fue capaz de navegar el desastre de manera efectiva fue que habíamos definido la responsabilidad en la escalada organizando un sistema de amigos. Las parejas de escaladores eran responsables de mantenerse unidas, lo que creaba sentimientos de lealtad y motivación, pues ningún escalador quería decepcionar a su pareja.
El sistema de amigos, sin embargo, tuvo sus fallas una vez que la subida comenzó a volverse problemática. Sin saber lo suficiente sobre el mal de montaña, los miembros del equipo favorecieron el seguir avanzando en lugar de detenerse. Debido a que ambos amigos querían llegar a la cima, superaron límites físicos que de otro modo no hubieran soportado.
En un equipo, ya sea escalando una montaña o ejecutando un proyecto complejo, mantenerse motivados los unos a los otros mientras se respetan los límites individuales es vital para el éxito y el bienestar de todo el grupo.
3. Forjar la identidad del equipo para fomentar la acción
Cuando nos dimos cuenta de lo mal que se había puesto Kelly, actuamos como un equipo. Para ayudarla a superar los cambios en el terreno de la montaña, sus compañeros Mark y Derrick intercalaron a Kelly entre ellos y caminaron como si fueran una criatura de seis patas.
La voluntad de respaldar y apoyar a un miembro del equipo es una parte crucial de la colaboración efectiva.
Antes de la escalada, mis colegas no habían sentido mucha camaradería: se conocían solo de nombre por una cadena de correos electrónicos. Pero a lo largo de los preparativos para la ascenso, fomenté la vinculación. Desde el viaje en camioneta a Lone Pine hasta las sesiones de intercambio de los sábados por la noche sobre las experiencias formativas de sus vidas, mi objetivo era crear un equipo en lugar de una colección de individuos.
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4. Practica liderar con confianza
Cuando un equipo se encuentra ante una situación peligrosa, rara vez hay una solución clara dadas las múltiples variables que están en juego y las múltiples formas de reaccionar.
Una vez que vi que Kelly necesitaba apoyo, me quedó claro que teníamos que descender para poder comunicarnos y pedir ayuda. Al hacerlo, necesitaba confiar en el equipo para compartir las responsabilidades. Confiar en un equipo de esta manera significa liderar con confianza. Sabía que había factores fuera de mi control y que probablemente se habían cometido errores e imprevistos en nuestros preparativos, pero la confianza en mi liderazgo y en mi equipo era crucial. Sin confianza, el equipo pudo haber dudado de su capacidad para poner a Kelly a salvo. Su ansiedad habría alterado su capacidad para pensar y actuar con claridad.
El establecimiento de objetivos y la colaboración son factores importantes para liderar con confianza, ya sea para alcanzar la cima de una montaña o para presentar una propuesta en una sala de juntas. Aprendimos que ni el equipo ni el líder bastan para tener éxito solos. Estos principios son igual de importantes y útiles en una oficina o en un negocio.
Como líder, necesitaba un equipo colaborativo dispuesto a compartir la responsabilidad y asumir roles que no esperaban tener que desempeñar. El equipo necesitaba un líder que guiara su toma de decisiones con confianza. Cuando desarrollamos la confianza en las habilidades de los demás, pudimos trabajar en conjunto y alcanzar los objetivos que un reto tan grande exigía para llegar a la meta.
Con el apoyo de su equipo, Kelly obtuvo la ayuda que necesitaba, se recuperó rápidamente y ya se prepara para su próxima aventura al aire libre — nuestro equipo nunca había sido tan fuerte.