5 lecciones vitales que aprendí al darme un respiro del ritmo del mundo emprendedor Como tú, tengo grandes metas para mi empresa y sé que perderme en los detalles no me ayudará a alcanzarlas. Darte un tiempo para el desarrollo personal y profesional te asegura recordar que debes de levantar la vista.

Hace poco tuve la oportunidad de asistir a un retiro para emprendedoras exitosas. Tenía 100 razones para no ir.

Mi empresa había conseguido a un cliente importante. Las políticas regulatorias que afectan nuestra industria estaban siendo debatidas en Washington, DC. Acabábamos de concluir una importante feria comercial. Las cosas en casa también me tenían ocupada. Estaba cansada. No tenía tiempo.

Aunque me hubiera gustado rechazar el retiro, fui, y fue una de las mejores decisiones que he tomado este año.

Como fundadores y líderes, si mantenemos la cabeza baja y nos enfocamos únicamente en completar tareas, perdemos oportunidades críticas para pensar en grande. El tipo de pensamiento que conduce al crecimiento y la transformación. El tipo de pensamiento que puede impactar la trayectoria de una empresa joven. Y, para ser honestos, el tipo de pensamiento que es necesario para los líderes, fundadores y aquellos de nosotros responsables de la visión de nuestras empresas.

Esto es lo que aprendí cuando me tomé el tiempo para alejarme del día a día para este retiro.

Relacionado: 5 lecciones invaluables para el emprendedor primerizo

1. Las lecciones de fuera de tu industria son invaluables

Como startups, a menudo podemos aportar una perspectiva externa importante a las industrias en las que operamos. Somos disruptores, pensamos de manera distinta y no estamos limitados por normas heredadas que pueden frenar la innovación.

Pero luego crecemos y ocurre un cambio. En lugar de aportar la perspectiva externa, a veces descubrimos que somo nosotros los que la necesitamos. Por eso resulta crítico pasar tiempo desarrollando relaciones importantes con colegas fuera de nuestro sector.

Otros creadores mirarán un problema (y solución) con ojos frescos y nos ayudarán a mantenernos en el papel de innovadores en el que construimos nuestra empresa. Podemos aprender de las experiencias que han tenido, incluso nos movemos en industrias diferentes.

Y, cuando se nos solicita, deberíamos devolver el favor a compañeros de otras industrias que acudan a nosotros para que les ayudemos a superar un estancamiento.

2. La curiosidad es contagiosa (y beneficiosa)

En Veda, siempre hemos tratado de crear una cultura de curiosidad, pero en el día a día, a veces es difícil detenerse para hacer preguntas, escuchar a otros o simplemente tomarse el tiempo para aprender.

Uno de los regalos del retiro en el que participé fue que me recordó lo importante que es aprender. Sí, aprendí mucho mientras estuve allí, pero lo más importante es que aprendí cuánto necesito aprender.

Desde mi regreso, he redoblado el enfoque de la empresa en la cultura del aprendizaje y me he comprometido a organizar almuerzos de aprendizaje de manera regular en la oficina y a asegurarme de que todo el equipo tenga tiempo para experimentar con las nuevas tecnologías — verdadero aprendizaje por el simple hecho de aprender. Estoy segura de que será un tiempo bien aprovechado y de que tanto el equipo como la empresa se verán beneficiados.

Relacionado: Construyendo tu mejor año — 5 pilares para un crecimiento significativo y exitoso

3. El intercambio abierto entre pares es especialmente importante para las fundadoras

Las fundadoras a menudo enfrentan estereotipos y prejuicios de género que pueden afectar su trayectoria emprendedora.

A veces, esto se manifiesta en que nuestros colegas masculinos responden a nuestras ideas desde un lugar de sesgo, tal vez de manera intencional, tal vez no. Pero hay un filtro a través del cual se consideran nuestras ideas que puede afectar su adopción.

La capacidad de relacionarse con otras mujeres emprendedoras ofrece la posibilidad de analizar ideas sin que estén sesgadas por deferencias de género.

4. Cuando tienes la cabeza baja, te pierdes lo que está en el horizonte

Cuando no estamos mirando hacia arriba, simplemente terminamos iterando en el mismo espacio que ya ocupamos en lugar de abrirnos a pensamientos más amplios.

Mi cofundador suele decir que esas ideas incrementales simplemente están "poniendo más caballos en el mismo carro cuando lo que necesitamos es construir un tren". Necesitamos pensar en múltiples pasos más allá de donde estamos hoy y eso viene de abrir nuestras mentes e imaginación para concebir lo que sigue.

5. Cuando estás demasiado ocupado haciendo, no estás liderando

Como fundadores, es crítico que inspiremos confianza, construyamos confianza y fomentemos la colaboración. Con equipos, juntas directivas, inversores y clientes. Para hacer eso, necesitamos darnos tiempo para la autorreflexión y el pensamiento a lo grande. Esta introspección contribuye al desarrollo de una presencia de liderazgo fuerte y auténtica que resuena con colegas, pares y otros interesados.

Un líder efectivo reconoce que el pensamiento estratégico no se hace durante tres días al año en una reunión de liderazgo lejos de la oficina. El pensamiento estratégico es un proceso continuo al que hay que darle tiempo durante todo el año. Esto es verdad tanto para los líderes senior de grandes corporaciones como para los emprendedores que están buscando su próxima ronda de financiación o lanzando un producto al mercado.

Relacionado: El evento 'Women in Tech' llega a Latinoamérica para romper los estereotipos de género

Mi compromiso

El compromiso que estoy haciendo conmigo misma y mis colegas, clientes e inversores este año es hacer tiempo y espacio. Significa averiguar qué tareas debería delegar o incluso detener por completo. También estoy comprometido con la construcción, fomento y aprovechamiento de mi red de colegas para la rendición de cuentas.

Igual que tú, tengo grandes metas para mi empresa y sé que perderme en los detalles no me llevará allí. Darme un tiempo para el desarrollo personal y profesional asegura que recuerde levantar la vista.