¿Quieres hacer un mejor trabajo? Empieza por decir esta palabra más seguido No es fácil, pero es la clave para cada nuevo logro.
Por Jason Feifer Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
Key Takeaways
- Si sientes que nunca puedes terminar lo que haces, comienza a recordarte esta parte crucial de lo que se necesita para tener éxito.
Los emprendedores a menudo se sienten abrumados. Tenemos demasiadas fechas de entrega, demasiada responsabilidad y no hay suficiente tiempo para todo.
Así que aquí tienes una forma de ayudarte a sentirte mejor y obtener la claridad que buscas. Para empezar, vamos a jugar un juego. Te voy a pedir que hagas dos cosas.
Primero: Rápido, ¡felicítate por un logro reciente!
¿Tienes uno en mente? Para ser honesto, yo no. Los "logros" son cosas grandes para mí y no ocurren a diario. Así que ahora esa indicación me hace pensar en todas las cosas que quiero lograr, pero que todavía no he hecho.
Siguiente: Rápido, ¡felicítate por haber dicho sí a algo!
¿Eso te parece más fácil? Para mí lo es. Últimamente he dicho que sí a muchas cosas: comida con un amigo, una reunión intrigante, una posible oportunidad de negocio.
Relacionado: Sigue esta sencilla práctica para superar el miedo a la incertidumbre y el estrés diario
El "sí" es más fácil porque no está vinculado al resultado. Solo está vinculado al esfuerzo. Y no nos damos suficiente crédito por el esfuerzo. En cambio, nos imponemos estándares imposibles, como si todo lo que hacemos debiera ser perfecto, estar equilibrado o libre de estrés. Nos juzgamos por si nuestra flecha da en la diana, no por si la lanzamos.
Pero ¿sabes qué? Decir "sí" es difícil. La mayoría de las personas no lo hacen. Entonces, ¿qué tal si nos damos un respiro y comenzamos a felicitarnos por simplemente habernos metido en este lío? En lugar de no intentarlo, lo intentamos. Lo estamos intentando. ¿No vale la pena celebrarlo?
Si tu trabajo o vida te hace sentir un poco loco, entonces prueba esto:
Enumera cinco cosas a las que dijiste recientemente que sí. Aquí está la única condición para que puedas enlistar un "sí: tienes que haber considerado tu respuesta, aunque sea brevemente.
Tal vez pensaste: no tengo tiempo, no tengo energía, no estoy seguro de si me gusta eso, suena arriesgado, suena incómodo, es raro. Pero al final dijiste de todos modos que sí.
Ahora, sigue diciendo que sí.
A mí es algo que no se me da naturalmente. Crecí como un niño del "no", el tipo de persona que se definía por lo que no haría o con quién no se relacionaría. ¿Esos niños? Me caen mal. ¿Esa música? La odio. ¿Esa fiesta? Ni pensarlo.
Pero en la universidad, leí un ensayo del escritor Dave Eggers que cambió mi perspectiva. En ese momento, alrededor del año 2000, Eggers pasaba de ser un querido indie a ser un escritor muy famoso. Algunas personas lo acusaron de "venderse", un concepto que apenas tiene sentido hoy en día, pero que en ese entonces era un insulto grave. Significaba abandonar tu credibilidad por dinero.
Relacionado: 4 formas en que la inteligencia emocional te convierte en un mejor emprendedor
"Me gusta mucho decir sí", escribió en respuesta a las acusaciones. "Me gustan las cosas nuevas, los proyectos, los planes, juntar a la gente y hacer algo, intentarlo, incluso cuando es cursi o estúpido. No soy bueno diciendo que no. Y no me llevo bien con las personas que dicen que no. Cuando mueras, y realmente podría ser esta tarde... no estarás contento de haber dicho que no. Te estarás lamentando por todos los 'nos' que dijiste".
Después agregó: "Lo que importa es que hagas un buen trabajo. Lo que importa es que produzcas cosas que sean verdaderas y perdurables".
Eso es lo que estás tratando de hacer en este momento.
Sí, claro, no es fácil. Es lento. Te volverá loco. Lo siento todos los días. Estoy sobrecargado y me culpo regularmente por no equilibrarlo todo perfectamente. Estoy atrasado en muchas cosas. ¡Me perdí la fecha límite para escribir esta columna! Pero tú y yo estamos en este camino porque, en algún momento, dijimos que sí a algo. Y eso llevó a otro sí. Y luego otro. Y ahora estamos diciendo sí más seguido incluso cuando no sale perfectamente.
El "sí" te trajo hasta aquí. Y te llevará allá. ¿No vale la pena celebrarlo, incluso en toda su confusión e imperfección?
Sí que lo vale.