Emprendedores: dejen de querer resolverlo todo solos y hagan esto en su lugar Siguiendo estas tres estrategias, llegarás mucho más lejos y más rápido.
Por Clate Mask Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
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Una de las quejas más comunes de los emprendedores es: "¡Estoy haciendo todo solo y ya no puedo!" Yo he estado allí y sé lo fácil que es querer resolverlo todo tú mismo hasta que acabar completamente abrumado.
Pero no hay gloria alguna en ser un mártir emprendedor y tampoco tiene sentido comercial alguno. Es hora de que los emprendedores dejen de pensar que es su trabajo resolverlo todo solos, a pesar de los costos. Esto es lo que deberías de hacer en su lugar.
Prioriza para proteger tu marca
Como dueño de un negocio, hay ciertas cosas que tú y solo tú debes de hacer. Es decir, las tareas generales de establecer la visión de tu empresa y proteger tu marca. Esto siempre ha sido muy importante para mí, al grado que algunos podrían decir que soy territorial al respecto. Pero tienes que serlo.
Tú creaste la marca y la conoces mejor que nadie. Tú sabes qué productos o servicios se alinearán con tu misión y visión y qué es lo que podría amenazar lo que estás tratando de construir. Como dueño del negocio, puedes optar por conservar la propiedad sobre las asociaciones. Así te aseguras de que cualquier socio con el que interactúes tenga el mismo compromiso con la calidad que tú, de tal modo que unir fuerzas con ellos fortalezca tu marca en lugar de debilitarla.
Contrata por tus debilidades
Para dejar de asumir la responsabilidad de cada parte de tu negocio, necesitas un equipo que te apoye. ¿Cuál es la mejor manera de crearlo? No contrates para reemplazarte; contrata para fortalecer tus debilidades. En otras palabras, no contrates a personas con fortalezas similares a las tuyas. Contrata a personas con habilidades muy diferentes e incluso perspectivas opuestas, para que puedas tener un equipo sólido que llene todos tus vacíos.
Si no está seguro de tus fortalezas y debilidades, vale la pena tomarse el tiempo para conocerlas. Primero, considera qué áreas del negocio solo puedes manejar tú. Tal vez sea la planificación estratégica, la formación de relaciones sólidas con los proveedores o la gestión de la producción. Además, piensa en las partes del negocio que disfrutas. Tus fortalezas no siempre se alinearán mágicamente con las partes divertidas del emprendimiento, pero es muy probable que las áreas en las que sobresales naturalmente también sean las áreas hacia las que te sientas atraído.
A continuación, considera dónde has tenido tropiezos en tu negocio. Incluso si eres una empresa joven, lo más probable es que hayas encontrado fricción al menos en algunas ocasiones. ¿Fue cuando intentaste manejar el servicio al cliente? ¿Falló un asunto técnico? Ser honesto al realizar una autoevaluación te ayudará a determinar los tipos exactos de personas que más necesitas.
Confía en tu equipo
Esto te ayudará a crear un negocio más funcional y priorizar adecuadamente para proteger tu marca. Por supuesto, hay una advertencia importante: nada de esto funcionará si insistes en la microgestión. Debes de tener suficiente confianza en tu equipo para darles la autonomía para ejecutar sus roles.
Como propietario de un negocio, no debes de ser tú quien intervenga para comentar sobre el color de un banner en un boletín informativo o para opinar sobre el texto del correo electrónico (a menos que el diseño gráfico y el marketing sean tus puntos fuertes). Debes dejar las cosas pequeñas a las personas a las que contrataste para que las resuelvan. Si no puedes confiar en ellos para tomar decisiones, debes de contratar a nuevas personas o hacer el trabajo duro necesario para renunciar al control.
Ponerte todos los sombreros como emprendedor es insostenible y no es lo mejor para tu negocio. Resulta agotador y te aleja de las áreas donde más contribuyes. Al priorizar, contratar por tus debilidades y confiar en tu equipo, llegarás mucho más lejos y más rápido.