Qué oportunidades pueden aprovechar las startups en el prometedor horizonte de los datos personales en América Latina En la era digital, los datos personales se han convertido en un activo valioso que impulsa el crecimiento de las empresas en todo el mundo. Sin embargo, muchos individuos no logran comprender el verdadero valor de sus datos personales, hasta ahora.
Por Stefano de Marzo Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
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A menudo las personas asumen que los datos personales simplemente consisten en información básica como nombres, correos electrónicos y datos demográficos. En realidad, estos abarcan mucho más. Si bien hay que saber protegerlos, también existen maneras legales de sacarles provecho, para los usuarios y para las empresas.
Pero imagina primero lo siguiente: alguien vigila de cerca todos tus movimientos, rastrea tus actividades diarias y luego vende esa información sin tu consentimiento. Este sería un escenario de pesadilla. Sin embargo, esto es precisamente lo que ocurre cuando los datos personales se recopilan y explotan sin las salvaguardias adecuadas.
Nuestros datos tienen un valor inmenso, comparable a recuerdos y objetos preciados de seres queridos que ya no están con vida. Sin embargo, a menudo invitamos a las empresas a entrar en nuestros hogares virtuales, concediéndoles acceso a nuestros datos personales sin saberlo, solo para que saquen provecho de ellos sin expresar gratitud. ¿Cuál es la oportunidad que existe para las startups en América Latina en este campo?
"Hace diez años la banca abierta fue una revolución para las fintech, hoy hablamos de la economía de los datos abiertos como el futuro del marketing y la inteligencia de negocio. Los usuarios se han dado cuenta de que son dueños de sus datos y de lo valiosos que son, por lo que quieren ser ellos los que decidan cómo monetizarlos", afirma Ricardo Piiroja, CEO y fundador de Cribdata, una startup agregadora de datos que aprovecha soluciones avanzadas basadas en inteligencia artificial (IA) para analizar y procesar datos en Latam.
Ya existen startups similares. Por ejemplo, Ritapersonaldata en los Países Bajos y Caden en Estados Unidos, ambas en mercados muy regulados. También existen otras como Gulp Data, que se especializan en otorgar a startups y empresas préstamos respaldados por sus datos. De manera reciente levantaron $25 millones de dólares en financiamiento para ayudar a expandir su capacidad crediticia en beneficio de startups y PyMEs en América Latina y el resto del mundo.
El paso imperativo de la regulación
Naturalmente, la noción de regulación puede evocar pensamientos de barreras burocráticas, particularmente en América Latina. Sin embargo, pensemos por un momento en un mundo sin regulación penal. Sería similar a una jungla sin ley donde domina el más fuerte. Reconociendo esto, las empresas aprovecharon la oportunidad de regular los datos personales, comprendiendo su papel crucial en su supervivencia, crecimiento y adaptación.
Estados Unidos y la Unión Europea han emergido como actores clave en la regulación de los datos personales, haciendo gala de marcos robustos que se adaptan a los avances tecnológicos. Sin embargo, la realidad en los países latinoamericanos es diferente.
Los países latinoamericanos cuentan desde hace tiempo con una normativa de protección de datos, que Chile aplica desde 1999 y Argentina desde 2000. Sin embargo, estas normativas han quedado a menudo rezagadas con respecto al rápido ritmo del progreso tecnológico. La brecha cada vez mayor entre una normativa obsoleta y la tecnología exacerba los retos que plantea la salvaguarda de los datos personales.
Afortunadamente, los últimos acontecimientos demuestran la intención de actualizar y alinearse con la normativa europea de protección de datos. Por ejemplo, Argentina presentó una nueva versión de su proyecto de Protección de Datos a finales de 2022, y Chile está tramitando actualmente el proyecto en el Congreso, habiendo aprobado dos bloques de artículos en enero de 2023. Del mismo modo, Costa Rica y México están trabajando en la modificación de sus marcos normativos para abordar la protección de datos personales. Paraguay estudia artículo por artículo una iniciativa sobre protección de datos personales, y Perú modificó recientemente su ley de protección de datos, destacando el consentimiento como principio rector del tratamiento de datos personales. Además, países como Brasil, Ecuador, Panamá y Uruguay cuentan con normativas similares al Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea.
Como los usuarios pueden tener el control de sus datos, pueden ofrecer su propio comportamiento, tendencias y sacar provecho de ellos. "Latam por ahora es un mercado poco regulado, sin embargo, la gran mayoría de los países han presentado proyectos en materia de datos este año, por lo tanto, vemos una necesidad y oportunidad en todo lo relacionado con la privacidad. La ventaja de tener usuarios en la ecuación permite capturar datos de múltiples fuentes, en este sentido, las empresas pueden acceder a datos que nunca hubieran podido obtener", agrega Piiroja.
El papel del consumo de datos
El consumo de datos ha adquirido un valor incalculable para las estrategias empresariales y el marketing, influyendo tanto en las empresas B2C como B2B. Desgraciadamente, el uso de datos a menudo ha sobrepasado los límites éticos, con rastreadores de terceros que recopilan y venden datos sin el consentimiento de los usuarios. Como se menciona en el libro de Shoshana Zuboff "The Age of Surveillance Capitalism", los experimentos de Facebook con las emociones y el comportamiento de los usuarios ejemplifican hasta qué punto se explotan los datos con fines predictivos.
A medida que avanza la tecnología, se acelera la generación de datos, lo que dificulta a los usuarios y a los sistemas jurídicos seguir el ritmo para comprender sus implicaciones. El universo de los datos se expande rápidamente, superando a menudo los marcos normativos. Durante mucho tiempo se ha confiado en el consentimiento como salvaguardia, pero el tamaño cada vez más reducido de las políticas de privacidad y la probabilidad cada vez menor de que los usuarios las lean suscitan preocupación. Los usuarios se ven ahora bombardeados por anuncios que se ajustan demasiado a su vida personal, lo que indica un cambio de conciencia.
Una solución propuesta que está ganando adeptos es la idea de que los usuarios sean propietarios de sus datos. Una encuesta de Insights Networks reveló que el 79% de los consumidores deseaban una compensación cada vez que se compartían sus datos. Reconociendo este sentimiento, dos campañas de éxito, "AbeerOnBud.com" de Bud Light y "Chipotle rewards" de Chipotle, aprovecharon los datos de los usuarios en beneficio mutuo.
La propiedad y el control son factores fundamentales en este panorama en evolución. Los usuarios necesitan un control constante sobre sus datos para recuperar la confianza en las empresas que manejan su información. La participación y el empoderamiento de los usuarios pueden conducir a datos más limpios y eficaces para que las empresas satisfagan sus necesidades con prontitud.
Aunque la oportunidad para que las startups en América Latina capitalicen en el floreciente campo de los datos personales es enorme, es crucial encontrar un equilibrio entre la innovación y la protección del usuario. Los marcos regulatorios deben actualizarse y alinearse con los avances de la tecnología, garantizando la salvaguarda de los datos de los usuarios. Si ese es el caso, las startups pueden liberar todo el potencial de los datos personales al tiempo que construyen confianza con sus usuarios, allanando el camino para un futuro digital más ético y mutuamente beneficioso en América Latina.