4 formas de comenzar a invertir en ti mismo Así es como los líderes ocupados pueden comenzar a invertir en uno de sus activos más valiosos.
Por Cheri Beranek Editado por Amanda Breen
Este artículo fue traducido de nuestra edición en inglés.
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En los negocios, gran parte del enfoque está en la inversión financiera, pero algunos de los mejores consejos para el éxito es comenzar a invertir en usted mismo. La rutina puede ser agotadora y desgastarlo si lo permite, pero las inversiones regulares en su bienestar lo hacen más resistente y capaz para que pueda mantenerse al día e incluso sobresalir.
Por otra parte, detenerse para hacer tiempo para las autoinversiones puede parecer casi imposible. Para comenzar a invertir en usted mismo, primero sea personal, luego práctico y, finalmente, busque mejorar su desempeño.
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1. Empiece poco a poco
Cuando empiece a analizar dónde puede invertir en sí mismo, mantenga sus metas pequeñas. Clasificar entre millones de formas de fomentar las relaciones personales, cambiar los hábitos de estilo de vida o mejorar la nutrición puede resultar abrumador, así que para empezar, céntrese en solo unas pocas inversiones fáciles. Una inversión para convertirse en la mejor versión de sí mismo le enseña a verse a sí mismo como un regalo: llega a creer en sí mismo y en lo que puede contribuir, lo que se traduce en su papel en los negocios.
Comenzar con poco significa que sus inversiones personales pueden ser simples, como un sábado por la tarde a solas para leer un nuevo libro o probar una nueva receta. Adquiera el hábito de estirarse todas las mañanas o comience una rutina básica de ejercicios. Esto puede mejorar la memoria y la concentración, así como su capacidad para realizar tareas básicas. En mi horario, me comprometo con una caminata diaria. Hacer un cronograma con su inversión en mente, agregarlo a su lista de tareas pendientes o incluso tenerlo en el calendario lo alentará a hacerlo realidad.
2. Iniciar privado
Comenzar con pequeñas inversiones personales significa que puede hacer sus primeros intentos de invertir en sí mismo en privado y sin juzgar. Tómate 30 minutos para tocar un instrumento, tejer o participar en otro pasatiempo que puedas hacer solo. Cuando el trabajo nos aleja de lo que disfrutamos, podemos sentirnos resentidos e infelices por nuestro trabajo y los momentos que perdemos cuando no estamos en casa. Por otro lado, permitirse el tiempo para practicar cualquier cosa que le brinde alegría, revitalizará su vida.
Cuando invierte en traerse estas alegrías personales, se hace un regalo. Mis hijos son la base para invertir en mí y me fijo en verlos al menos una vez a la semana. Incluso si se vuelve difícil tener tiempo libre, sé que cumplir con el compromiso me traerá alegría. Mi hija me envía una foto de mi nieto al menos una vez al día, y hago una pausa y aprovecho ese momento para disfrutar de la felicidad, sin importar lo que esté sucediendo a mi alrededor. Cuantas más pequeñas alegrías personales puedas apreciar en un día, más gratitud encontrarás en todo lo que hagas.
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3. Sea práctico
Antes de comenzar a realizar todas las inversiones personales que pueda enumerar, recuerde que otra clave para invertir en usted mismo es ser práctico. Sea razonable consigo mismo, nadie puede hacerlo todo.
Algunas de las mejores inversiones están en formas de hacer su vida más fácil, liberar tiempo o eliminar el estrés innecesario. Odio ir de compras, pero tengo que comer, así que me inscribí para que me entreguen los alimentos en la puerta cuando los necesite. Invertir en estos servicios me dejó con una tarea menos desagradable que considerar cada semana y encontré más tiempo para dedicarlo a administrar mi negocio.
Las inversiones prácticas liberan energía para que la pongas en actividades más productivas, por lo que si algo ya no te da alegría, déjalo o busca a alguien más para que se encargue de ello. Ensuciarme las manos en el jardín solía traerme tanta felicidad hasta que me lastimé la espalda y ya no podía manejarlo sin dolor. Aún así, ver un jardín bien cuidado en mi patio me permite mantener esa alegría, así que contraté a un jardinero para que lo mantuviera y aprovecho los beneficios de mi inversión. Las compensaciones como esta se duplican porque devuelven tiempo y aún brindan alegría.
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4. Dividarse
Hacer pequeñas inversiones privadas en ti mismo construye la sólida base de confianza que necesitas para luego acercarte e involucrar a otros, ya sea un entrenador o un grupo, formal o informal, o simplemente tu mejor amigo en el trabajo. Cree un espacio en el que se sienta lo suficientemente seguro como para exponerse y ser vulnerable a las críticas. Más allá de las inversiones personales para tratarnos bien y hacer la vida más práctica, cuando invitamos a otros a nuestras autoinversiones, podemos identificar mejor las oportunidades para mejorar nuestro desempeño.
Una vez que invertimos en nuestras fortalezas personales, debemos llevarlas al límite para que puedan crecer. Un grupo brinda la oportunidad de dar y recibir. Un entrenador entra para estirarte y desafiarte. He tenido el mismo entrenador durante más de una década. Escucha cada palabra que digo sin juzgar, un rasgo poco común en cualquier relación, y ciertamente no se encuentra en una sala de juntas. Al mismo tiempo, nunca me dejaría poner excusas para no hacer las cosas. Invertir en un entrenador fortalece el sentido de uno mismo, dándole a su autopercibido el mejor impulso que necesita para realmente querer sobresalir y luego hacerlo.
La verdadera inversión en uno mismo nunca se hace de forma completamente aislada. Cultivar relaciones saludables nos da más estabilidad en tiempos de incertidumbre, tanto financiera como emocionalmente. Me aseguro de besar a mi esposo todos los días, y tratamos de tener al menos una cita cada mes porque estos gestos mutuos de cuidado nos recuerdan el fuerte apoyo que nos tenemos el uno al otro. Invertir en ser tu mejor yo significa programar tiempo para invertir con las personas que amas (tus hijos, tu cónyuge o tus amigos que son tan cercanos como la familia) porque esas relaciones sacan lo mejor de ti.