¿Quieres tener éxito? Invierte en tu peor enemigo Ya sea que desees tener un ingreso más alto, alcanzar la cima de tu carrera profesional o convertirte en una mejor persona, invertir en ti mismo no es negociable.
Por Jon Michail Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
Key Takeaways
- Nuestra mayor inversión radica en los tesoros internos.
- Cuando los líderes y emprendedores adoptan y practican esta realidad, se dan cuenta de sus posibilidades de "valor" de formas nuevas e inspiradoras.
Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales
Cuando la mayoría de la gente piensa, habla o intenta investigar sobre inversiones, a menudo se enfoca en oportunidades en áreas como bienes raíces y acciones. Para muchas personas, la inversión se trata solo de ganancias financieras. Por supuesto, buscar y construir una cartera de inversiones que genere ganancias financieras es una hazaña digna de elogio. Sin embargo, una inversión igualmente importante, si no es que más, es la autoinversión.
La autoinversión es difícil porque con frecuencia uno puede ser su peor enemigo, ya que conoce íntimamente sus debilidades e inseguridades, lo que puede conducir a la duda y al autosabotaje. Tu crítico interno a menudo amplifica tus miedos y magnifica tus fracasos, obstaculizando tu progreso y potencial de crecimiento.
Según Warren Buffet, uno de los hombres más exitosos y ricos del mundo, "La mejor inversión que puedes hacer es una inversión en ti mismo... Mientras más aprendas, más ganarás". Esta declaración no es un cliché; es práctica y directa, pero la gente aún pasa por alto la importancia de la autoinversión.
Ya sea que desees tener mayores ingresos, alcanzar la cima de tu carrera profesional o convertirte en una mejor persona, invertir en ti mismo no es negociable. Es ese tipo de inversión la que genera, cada vez, una ganancia sustancial.
Ahora que estamos en una era en constante y rápida evolución, la autoinversión —una inversión en el desarrollo y el crecimiento personales— es la mejor póliza de seguro para estos tiempos desafiantes. A continuación, se presentan algunos ejemplos de cómo la autoinversión puede prepararte para fomentar el crecimiento, la realización personal y el éxito profesional.
Relacionado: 4 formas de comenzar a invertir en ti mismo
Mejorar el crecimiento y desarrollo personal
Es imposible hablar de autoinversión sin referirse a su impacto en el crecimiento y desarrollo personal. La autoinversión implica utilizar los recursos disponibles para mejorar tu bienestar general. Esto va más allá de la educación formal; la autoinversión te coloca en un camino de aprendizaje y desarrollo continuo al perseguir pasiones, curiosidad y habilidades innatas. Aparte de las recompensas evidentes, aquellos que permanecen dedicados cultivan la adaptabilidad y la resiliencia: la capacidad de ser flexibles, compuestos y decisivos en momentos cruciales. Estos rasgos son esenciales para cualquiera que pretenda navegar con éxito en el competido e incierto mundo de hoy.
Al invertir en su crecimiento y desarrollo personal, las personas se vuelven conscientes de sí mismas y auténticas a su verdadero ser. Esto sienta las bases para una vida con propósito y exitosa.
Promoviendo el bienestar físico y mental
La mayoría de la gente no es proactiva, prestando poca o ninguna atención a su bienestar mental y físico en la búsqueda del éxito hasta que surge un problema, y luego reaccionan. La gente a menudo cree que su bienestar físico y psicológico debe sufrir si quieren lograr el éxito hasta que surja un problema. Esto no podría estar más lejos de la verdad; para darte la mejor oportunidad de lograr tus objetivos, tu bienestar mental y físico debe estar en las mejores condiciones posibles. Al invertir en tu bienestar mental y físico, logras:
- Mantener tu energía y productividad durante períodos más largos debido a los niveles de condición física mejorados.
- Cultivar el hábito de mantenerte enfocado y en paz porque sabes cómo manejar el estrés.
- Operar a tu nivel óptimo y dar tu mejor esfuerzo diario porque estás bien descansado.
Al invertir en una mente y un cuerpo sanos, fortaleces tus habilidades cognitivas y de resolución de problemas, lo que aumenta tus posibilidades de sobresalir en tus ambiciones.
Favoreciendo la excelencia financiera
Aunque es cierto que la recompensa para la mayoría de las inversiones es el dinero, la autoinversión promete más que simplemente ganancias financieras. La autoinversión ayuda a nutrir una relación saludable con la búsqueda del dinero. Puedes establecer metas financieras factibles porque comprendes la importancia del ahorro y la planificación. El resultado es que parece que estás generando más ingresos de los que realmente estás obteniendo, ya que aún te queda suficiente para seguir trabajando hacia tus metas y sueños. Al invertir en ti mismo, te equipas con los conocimientos básicos y fundamentales necesarios para vivir la vida que aspiras.
Relacionado: El arte de lidiar con el 'no' — cuándo persistir, cambiar de rumbo o dar un paso atrás y replantearlo
Avanzando en tu carrera
Los incidentes globales de los últimos años, como la pandemia, han enfatizado que el lugar de trabajo moderno es dinámico. No puedes permitirte quedarte estancado. Sin embargo, cuando inviertes conscientemente en ti mismo, te sumerges en el aprendizaje continuo y la perfección de tus fortalezas. Al hacerlo, incluso cuando hay interrupciones, estás bien equipado no solo para sobrellevar y mantenerte relevante, sino también para utilizar tales interrupciones para avanzar aún más en tu carrera.
Además, la autoinversión adecuada te permite perfeccionar continuamente tu conjunto de habilidades, lo que te otorga el derecho de establecerte como un líder de opinión en tu industria.
Mejorando la inteligencia social y emocional
El éxito y el significado de cada relación, ya sea personal o comercial, están determinados por la inteligencia social y emocional de los involucrados. Al invertir en ti mismo, desarrollas la capacidad de comunicarte de manera efectiva. Una inteligencia emocional mejorada no solo significa saber qué decir y cuándo inspirar a quienes te rodean, sino también poder manejar y resolver conflictos con gracia, lo que te convierte en un líder profesional y distinguido. Este día moderno se caracteriza por la diversidad, por lo que se necesitan habilidades interpersonales, empatía y regulación emocional para navegar con éxito las complejidades sociales con gracia.
Construyendo un legado e impacto
La razón final que vamos a discutir sobre la autoinversión es el impacto subsecuente que una persona así puede tener en la comunidad. Al esforzarnos por convertirnos en la mejor versión posible de nosotros mismos, extendemos nuestro impacto e influencia en nuestro entorno inmediato. Este impacto puede provenir de proporcionar recursos, mentoría o filantropía para impulsar el progreso y construir un legado en la sociedad. Para ponerlo en términos simples, mientras mejor nos volvemos como individuos, mejores serán nuestras contribuciones y servicios a la sociedad.
Conclusión
Vale la pena recordar que la mejor inversión que cualquiera puede hacer es en sí mismo. Esto es particularmente importante en nuestra sociedad actual, donde el éxito material y la validación externa son principalmente el orden del día. Una inversión en valores fundamentales como el desarrollo personal y el crecimiento impulsado por el propósito diferenciará a cualquiera. La autoinversión no solo te distingue, sino que también te otorga una mejor ventaja para alcanzar todos tus objetivos mientras vives una vida próspera y satisfactoria.
Al navegar por los desafíos de nuestra sociedad moderna, siempre debemos recordar que nuestra mayor inversión reside en los tesoros internos. Cuando los líderes y emprendedores adoptan y practican esta realidad, se dan cuenta de sus posibilidades de 'valor' de nuevas e inspiradoras formas.