¿Logrará la inteligencia artificial ser reconocida como autora de sus obras? Mientras algunos sectores aprovechan las bondades de la inteligencia artificial, en el campo artístico continúan los debates sobre los derechos de autor ligados a esta tecnología.

2023 nos demostró todas las capacidades de la inteligencia artificial generativa. Aunque podríamos decir que fue solo el comienzo, esta tecnología está revolucionando el mundo, y el campo de la creación artística no es una excepción.

Esta tecnología ya ha sido centro de debate por su capacidad para crear obras de arte, poemas, música, artículos, libros, entre otras; todo por supuesto bajo la dirección de un humano. Esto plantea un nuevo desafío para el derecho de autor, que en los próximos años deberá adaptarse a esta nueva realidad.

Por ahora se considera que el autor de una obra creada con ayuda de la inteligencia artificial es la persona que proporcionó la idea original, le indicó los prompts o instrucciones y ha supervisado el proceso de creación. Sin embargo, legalmente su autoría depende de varios factores, como el grado de intervención humana en la creación de la obra, el propósito de la obra y la legislación aplicable.

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Lola Kandelaft, asociada directora en el equipo de Propiedad Intelectual de la firma CMS Rodríguez-Azuero, asegura que "en general, las obras creadas con ayuda de la IA están protegidas por los mismos derechos de autor que las obras creadas sin ayuda de la IA. Estos derechos incluyen el derecho de reproducción, el derecho de distribución, el derecho de comunicación pública, el derecho de adaptación. También son objeto de la protección otorgada por los derechos morales de autor".

Si bien en los países de América Latina aún no existe jurisprudencia sobre los derechos de autor de obras creadas por la IA, hay algunas decisiones judiciales que pueden ser relevantes para este tema en otras jurisdicciones. Por ejemplo, en agosto de 2023 el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito de Columbia emitió una decisión judicial federal sin precedentes en el caso 'Thaler contra Perlmutter, et al.', declarando que las obras generadas íntegramente por inteligencia artificial no son susceptibles de protección por derechos de autor, por falta de autoría humana.

Por otra parte, en la disputa entre Robert Lecourt y Google de marzo del año pasado, el tribunal de apelaciones de París dictaminó que una obra generada por un algoritmo de aprendizaje automático no es una obra original y, por lo tanto, no está protegida por derechos de autor.

Con algunas leyes y regulaciones en desarrollo, es muy probable que los temas legales comiencen a regir todo lo relacionado con creaciones de la inteligencia artificial.

Otro antecedente lo encontramos en el caso de OpenAI contra Epic Games, en el que el 2 de junio 2023 el Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales dictaminó que una obra generada por un chatbot no es una obra original y, por lo tanto, no está protegida por derechos de autor.

Kandelaft plantea que los derechos de autor en las obras creadas con ayuda de la IA enfrentan una serie de retos jurídicos en cuanto a la determinación del autor de la obra, la protección de los derechos morales del autor y la protección de las obras creadas por IA, ante lo cual su surge la pregunta: ¿Será posible que la inteligencia artificial se reconozca como autora de grandes obras?

Con este panorama, los próximos años serán determinantes para que la legislación en esta materia se aclare. Con algunas leyes y regulaciones en desarrollo, es muy probable que los temas legales comiencen a regir todo lo relacionado con creaciones de la inteligencia artificial. Mientras tanto, las empresas, creadores, artistas, entre muchos otros están velando por la protección de sus derechos.

El debate seguramente está lejos de terminar. Mientras algunos deben luchar contra una inteligencia artificial, para otras industrias, como la de los videojuegos, esta tecnología está facilitando las cosas. El año pasado el experto en IA, Michael Puscar, aseguró que "la influencia de la IA en la creación de videojuegos se extiende desde revolucionar el proceso de captura de movimiento hasta mejorar las animaciones de los personajes y clonar NPC para que sean más inteligentes y adaptables".

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