Cambiar de ciudad por trabajo: ¿Un paso hacia adelante o un salto al vacío? Para tomar una buena decisión es importante investigar antes de aceptar un puesto en otra ciudad y tener claras las ofertas salariales, así como evaluar el equilibrio entre salario y el gasto.
Por Sebastián Medrano Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
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Han pasado cinco años desde que llegaste a la empresa, tu desempeño ha sido el esperado, incluso, en los últimos meses, has afinado tu capacidad de resolución; el equipo que coordinas llega siempre a sus metas, se muestra proactivo y con iniciativa y, aunque pensaste que nunca llegaría, por fin sucedió: te ofrecieron ocupar una dirección en el corporativo de la empresa, ¡en Suiza!
Aunque este ascenso parece ser la oportunidad laboral que esperabas, tomarla podría ser el impulso que necesita tu carrera o un salto al vacío.
Una promoción laboral que implique cambiar de residencia, ya sea en otra cuidad o incluso al extranjero suena tentador; sin embargo, aceptarla sin realizar un análisis meticuloso de la situación puede provocar una debacle financiera, porque incluso cuando esta oferta está acompaña de un sueldo al doble o al triple, el costo de vida de otra ciudad es muy diferente y muchas veces esto no se toma en cuenta.
Tengo al menos siete amigos que tomaron una promoción así, sin considerar otros factores y muchos de ellos no pueden ni salir al cine porque aunque llegaron a otra ciudad con un sueldo de 2x o 3x, en lugar de ganar más, perdieron dinero.
El error más común en estos casos es enfocarse únicamente en la compensación económica, pues escuchar que te van a doblar el salario suele ser muy seductor, aunque es posible que estés obviando el costo de vida que implica la renta de otra ciudad, el transporte, despensa o servicios, que no serán igual que en tu ciudad.
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Sin espejismos
El primer paso es no dejarse hipnotizar. Una mayor cantidad de dinero absoluto no significa nada, es relativo, si tomamos en cuenta los costos de vida.
Aquí un ejemplo. En Ginebra, Suiza, una persona necesita percibir un salario de alrededor de $147,560 pesos mexicanos para mantener el mismo nivel de vida que tenía en la Ciudad de México con $65,000 pesos mexicanos. Ya que los precios al consumidor son 119.9% más altos. Mientras que el alquiler es 141% mayor, igual que un restaurante, cuyo gasto es en promedio 128.3% mayor.
Un incremento salarial del 100% puede parecer significativo, pero si el costo de vida en el país destino es tres veces mayor, el poder adquisitivo real disminuye.
El aumento salarial que acompaña al ascenso debe estar en sintonía con el costo de vida de la nueva ubicación, por eso es fundamental analizar, minuciosamente, los gastos básicos como vivienda, alimentación, transporte y servicios públicos. Un incremento salarial del 100% puede parecer significativo, pero si el costo de vida en el país destino es tres veces mayor, el poder adquisitivo real disminuye.
En otro rubro está el ahorro. Un salario más alto en una ciudad con un alto costo de vida puede no traducirse en un mayor ahorro. Aunque aceptar una reubicación en una ciudad con un costo de vida más bajo podría conllevar una mayor capacidad de ahorro y una mejor calidad de vida, incluso con un salario aparentemente menor.
Para tomar una buena decisión es importante investigar antes de aceptar un puesto en otra ciudad y tener claras las ofertas salariales, así como evaluar el equilibrio entre salario y el gasto. Además, es recomendable buscar orientación y consultar con personas que hayan vivido experiencias similares.
También debes considerar que los corporativos suelen ajustar los salarios acorde a las ciudades y al costo de vida, pero esto no siempre es la regla.
Cambiar de ciudad o país, gracias a un ascenso laboral puede ser, tanto una oportunidad como un desafío, sin duda no es una decisión que deba tomarse a la ligera o en donde sólo el factor salario deba considerarse, aspectos como el clima, la cultura, la oferta de entretenimiento y el acceso a servicios de salud, también son importantes porque no solo es un cambio de trabajo, en estos casos también hablamos de un cambio en el estilo de vida.
Al final, el verdadero éxito no se mide en números, sino en el nivel de satisfacción que tu carrera profesional te dé. Antes de empacar tus maletas, asegúrate de que el ascenso que aceptes sea verdaderamente un paso hacia adelante y no un salto al vacío.
¡Buena suerte!
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