Cuidado con el lado oscuro del emprendimiento: 2 señales de que ya no deberías de ser CEO Mantener tu puesto como CEO podría empeorar las cosas para todos, incluyéndote a ti mismo.
Por Clate Mask Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
Key Takeaways
- Si te estás agotando al dirigir tu negocio, todos sufrirán.
- Moverte a un rol que se adapte mejor a tus fortalezas es audaz, desinteresado y admirable.
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Muchos fundadores eventualmente se convierten en el director ejecutivo (CEO) de su propia empresa, lo que puede parecer un camino natural a seguir. Pero para algunos, simplemente no es la elección correcta. Desafortunadamente, llegar a esta conclusión puede ser difícil. Algunos fundadores no ven las señales hasta que es demasiado tarde, mientras que otros las ignoran por completo, lo que puede causar estragos en la empresa con el paso del tiempo.
Entonces, ¿cómo puedes asegurarte de que no estás prolongando tu estancia como CEO? Aquí hay dos señales de que podría ser hora de renunciar a tu cargo como CEO y aplicar tus talentos en otra área del negocio.
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Tu negocio es tu identidad
Los fundadores tienen todo el derecho de sentirse orgullosos de la empresa que están construyendo y de que esta sea una parte fundamental de quiénes son. Pero si tu papel como fundador y CEO es tu identidad completa, espera problemas en el futuro. En primer lugar, no es saludable verte a ti mismo y a tu trabajo como uno solo. Esto puede disminuir tu vida personal fuera de la oficina y llevarte a una montaña rusa emocional dentro de ella. En lugar de eso, los CEO's exitosos deben de ser capaces de desconectarse emocionalmente de sus negocios.
Si tus emociones están inextricablemente conectadas con tu empresa, no podrás tomar las decisiones objetivas que necesitas. También es muy probable que te aferres a cada área del negocio sin dejar espacio para que otros jueguen un papel significativo. Tiene que haber un cambio emocional, de ser un fundador entregado a ser un CEO ecuánime que todavía se preocupa, al mismo tiempo que sabe que él es más que la empresa. Si no puedes hacer este cambio, no deberías ser CEO.
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Has entrado en el lado oscuro del emprendimiento
Los CEO's más exitosos son aquellos que aprenden a liderar desde un lugar saludable. Pero la realidad es que incluso los mejores CEO's experimentan en algún momento lo que yo llamo el "lado oscuro del emprendimiento". Cuando estás en el lado oscuro, eliges mecanismos de afrontamiento poco saludables para manejar el estrés de trabajar en tu propio negocio más allá de lo que tu cuerpo y mente pueden soportar.
A veces, esto puede resultar en comportamientos no saludables como beber demasiado o usar drogas o medicamentos para gestionar tus días. Otras veces, puede llevarte a la depresión, relaciones dañadas, soledad, divorcio, problemas de salud o incluso la muerte.
Haz un inventario honesto de dónde te encuentras. ¿Dedicas todo lo que tienes al trabajo, lo que significa que estás agotado y emocionalmente insensible en casa? ¿Ha afectado esto la salud de tus relaciones con tu pareja o tus hijos? ¿Recurres regularmente a las drogas o el alcohol porque es la única manera de escapar del estrés o evitar sentirte culpable? ¿Tu salud mental está destrozada? Si algo de esto te resulta familiar, mantener tu puesto como CEO solo empeorará las cosas para todos, incluyéndote a ti mismo.
Si de hecho has entrado en el lado oscuro del emprendimiento y te estás desgastando al liderar tu negocio, todos sufrirán. No es un "si", es cuestión de "cuándo". Para tomar decisiones reflexivas y guiar a toda una organización, debes estar física, mental y emocionalmente saludable.
Si eres la persona adecuada para ser el CEO, pero estás atravesando un mal momento, a veces puedes mantener el rumbo. Tal vez necesites trabajar para establecer hábitos más saludables, superar obstáculos de salud mental con un profesional o contratar a un coach de negocios para obtener ayuda en otras áreas. Pero si no estás dispuesto o no puedes hacer el esfuerzo para llegar a un estado de salud óptimo, es hora de asumir otro rol.
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Si no soy CEO, ¿entonces qué?
Ser el CEO de una empresa brinda un cierto nivel de prestigio y esa es una de las razones por las que muchos fundadores quieren el puesto. Pero también es difícil renunciar al título cuando eres tú quien creó la empresa. Es tu creación y estás profundamente involucrado en su éxito. Puede ser incómodo imaginar que alguien más dirija el barco. ¿En dónde te dejaría eso?
Si así es como te sientes, no estás solo. Pero podría ser el momento de considerar una perspectiva diferente. Ser un CEO efectivo requiere de habilidades específicas que algunos fundadores tienen y otros no. Si caes en la segunda categoría, no lo tomes de manera personal. En lugar de ello, considera dónde puedes aportar el mayor valor.
Moverte a un rol que se adapte mejor a tus fortalezas es audaz, desinteresado y admirable. Para algunos, eso podría significar asumir el rol de director de operaciones (COO) o director de ingresos (CRO). Para otros, podría ser algo completamente diferente. Solo recuerda que el papel de CEO no es para todos, y eso está bien.
Si pones tu salud y la salud del negocio en primer lugar, ambos tendrán éxito.