Empecé mi negocio con $1,000 dólares — ahora vale miles de millones y sirve a más de 163 millones de personas. Estos 7 principios son el secreto para mi éxito Así es como estos siete simples principios pueden ayudarte a construir el negocio de tus sueños.
Por Richard Chaifetz Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
Key Takeaways
- Sueña en grande y no trates de complacer a todos. Puedes elegir tu propia ruta, cuestionar el pensamiento de la masa e ir en contra de lo establecido.
- Contrata a personas que te eleven a ti y a tu negocio, no solo a aquellas que piensan exactamente igual que tú.
- No exageres ni te angusties por los problemas. La mayoría de los problemas tienen soluciones simples, pero necesitas tomarte un momento para pensar en ello.
- Si buscas la perfección, fracasarás, porque esta no existe. A veces solo tienes que "hacerlo". Y cuando tengas que tomar una decisión, vive de acuerdo con tus valores el 100% del tiempo.
Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales
Hace 40 años, comencé mi negocio, ComPsych, con una idea y $1,000 dólares. Avancemos hasta hoy: es el mayor proveedor de servicios de salud mental del mundo, sirviendo a 78,000 organizaciones de varios tamaños, desde pequeñas empresas hasta compañías Fortune 500, ayudando a más de 163 millones de personas en 200 países.
Con frecuencia me preguntan cómo lo hice, y siempre vuelvo a mis principios rectores para los negocios y la vida. Aquí están los siete principios que me guiaron mientras construía mi empresa desde una startup hasta lo que es hoy, logrando mis más ambiciosos objetivos financieros y siguiendo mi misión, que también pueden servirte para crear un negocio rentable y satisfactorio a nivel personal.
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1. Imagina lo inimaginable
Es imperativo que los emprendedores apunten no solo alto, sino al estratosfera. Al empezar, no te limites estableciendo una visión demasiado modesta. "Sueña en grande" suena como un cliché, pero también puede convertirse en una profecía autocumplida. La historia está llena de emprendedores a los que otros tiraron de locos antes de que lograran un éxito inimaginable.
Por supuesto, necesitarás establecer metas incrementales en el camino, pero a lo largo de tu viaje como propietario de un negocio, recuerda que la única persona que realmente puede poner un límite a su potencial, eres tú.
2. Compromiso con tu visión vs. consenso
Un error frecuente en la escuela de negocios que observo en los emprendedores es emplear demasiado tiempo en buscar acuerdos. En lugar de ello, enfócate en construir compromiso con tu visión. ¿Por qué? Porque las ideas audaces no suelen ser aceptadas por consenso. Frecuentemente digo que el promedio es un enemigo de la excelencia: intentar complacer a todo el mundo suele hacer que tus ideas pierdan su esencia original. Un ejemplo clásico de un proyecto de "comité" es donde todos son escuchados y nadie está feliz.
En lugar de ello, contrata a un grupo de personas que crean en ti y en tu visión inimaginablemente grande, y que se sientan inspiradas por el futuro y el potencial que ves.
3. Normalmente la multitud está equivocada
Desafiar la mentalidad de la multitud no solo es positivo, sino esencial. Si quieres diferenciarte, ¿por qué harías exactamente lo mismo que tus competidores? Mi consejo: traza tu propio camino.
Cuando comencé mi negocio, todos los demás intentaban proporcionar atención a cada rincón del país a través de sus propias oficinas dispersas y clínicas internas, lo cual es imposible de hacer de manera efectiva. Me opuse a la tendencia, adoptando un modelo de red nacional. Este enfoque centralizado nos permitió ofrecer servicios más amplios a un precio más bajo, mientras disminuíamos la burocracia y los gastos generales. Nos volvimos instantáneamente competitivos y, como resultado, crecimos rápidamente.
Avancemos hasta hoy, cuando las herramientas en línea se han convertido en la norma, y seguimos yendo contra la corriente como un proveedor híbrido que ofrece tanto herramientas digitales y servicios de telemedicina, como la red presencial más grande de la industria y servicios de apoyo organizacional completos.
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4. Contrata para elevar
Conforme creces desde un equipo pequeño (o incluso un equipo de una sola persona) hasta un negocio con docenas, cientos o miles de empleados, verás lo importante que es contratar con intención. Creo que las personas que sumas al equipo hacen o deshacen tu empresa. Busca personas que impulsen el negocio hacia adelante.
Estas personas no serán todas iguales. Algunas tendrán experiencia valiosa en el campo, mientras que otras vendrán de diferentes áreas. Lo más importante es que ejemplifiquen las características que son fundamentales para tu misión y cultura. Francamente, valoro cualidades como la curiosidad intelectual, la tenacidad y el rigor, tanto o más que la experiencia tradicional, pues sé que esas son las personas que prosperan en mi empresa.
5. Sé más inteligente que el problema
La mayoría de los problemas en los negocios tienen respuestas relativamente simples. Nosotros somos los que los complicamos. Como seres humanos, tenemos una tendencia a la catástrofe. Esto puede implicar mucho más trabajo y sufrimiento.
En lugar de dar vueltas en círculos, me apoyo en el viejo axioma de la Marina: "Mantenlo simple, estúpido" (en inglés, "Keep it simple, stupid"). Considera simplemente cuál es la verdadera raíz del problema (pista: normalmente no es lo que todos dicen) y cómo solucionarlo. Este enfoque sencillo y reflexivo no suele solo ser el más rápido, sino también el más efectivo.
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6. La perfección es enemiga del éxito
Aunque todos buscamos la excelencia, recuerda que enfocarse demasiado en la perfección resulta contraproducente. Como dice el icónico eslogan de Nike, a veces solo tienes que hacerlo (Just do it). En el futuro habrá oportunidades para iterar y mejorar. Mientras tanto, trabaja para ejecutar tu visión lo mejor que puedas, mientras reconoces que siempre habrá espacio para crecer y mejorar.
Si hubiera esperado a que todo fuera perfecto, no habría hecho la mayoría de las cosas. Ejecutar rápidamente, pero con reflexión es la clave. Con el tiempo, afinarás tus instintos, verás patrones continuos y aprenderás a confiar en tu intuición cuando se trate de tomar grandes decisiones. Lo más importante es no agonizar innecesariamente ni quedar paralizado mientras sopesas tus opciones. La peor decisión que puedes tomar es no tomar ninguna decisión.
7. Sé a prueba de balas
Creo que la integridad, y por ende, tu reputación, es lo más importante en la vida y en los negocios. Cuando digo "sé a prueba de balas", significa que vivas tus valores el 100% del tiempo. Esto asegura que tu negocio nunca se desvíe de su misión mientras construyes una reputación en la que la gente confía. También fomenta una cultura de responsabilidad y te ayuda a aislarte de las críticas derivadas de la hipocresía.
Hace casi 20 años, Warren Buffett popularizó la "prueba del periódico": la idea de que si no quieres que algo que hiciste aparezca en la primera plana de un periódico, entonces no es correcto hacerlo. Es una manera sencilla de asegurar que tus acciones coincidan con tus palabras.
Estos pueden parecer conceptos sencillos, y lo son. El reto viene de implementarlos mientras navegas por la adversidad imprevista. Es el rigor y la disciplina de aplicar el mismo conjunto de principios a cada situación lo que a largo plazo hará la diferencia. Después de 40 años en los negocios, me he dado cuenta de que nada es insuperable. Con sueños realmente grandes, un compromiso inquebrantable con tu visión, confianza para trazar tu propio camino, las personas adecuadas a tu lado, una inclinación hacia la acción simple e inteligente y valores sólidos para guiarte, es probable que tengas éxito no solo en los negocios, sino en la vida.