He dirigido equipos remotos durante 15 años y estás son las 3 lecciones de liderazgo más importantes que he aprendido en el camino Un liderazgo efectivo y flexible, junto con la claridad, pueden resolver gran parte de la incomodidad en torno al trabajo remoto. Aquí te explico cómo.

Incluso cuando los banqueros instan a las empresas, especialmente a las que cotizan en bolsa, a regresar a sus enormes complejos de oficinas porque las tasas de morosidad de los préstamos comerciales son las más altas desde que comenzó la pandemia, el trabajo remoto está firmemente arraigado en la cultura laboral. Mientras los titiriteros financieros manejan los hilos del mercado en el terreno, no hay duda de que los trabajadores y líderes se enfrentan a un nuevo mundo laboral.

Mi agencia de relaciones públicas, que celebra su 15 aniversario este año, siempre ha sido remota. Gran parte de esto fue por necesidad, pero también nació de mis propias experiencias de eficiencia como trabajador remoto en 2008. Para contextualizar, en 2008 no existía Zoom y Skype era, en el mejor de los casos, poco confiable, y extraño y raro en el peor de los casos; no había Slack ni Teams. Como dicen, la necesidad es la madre de la invención y, a lo largo de los años, aprendí algunas cosas sobre cómo gestionar un equipo de manera remota.

Hoy en día, considero que estos sistemas y procesos son una de nuestras mayores fortalezas porque nuestro grupo de talento es ilimitado y nuestro equipo y clientes están más felices. Pero estos sistemas no han estado exentos de prueba y error, y he aprendido que la productividad y los resultados son los ingredientes esenciales del éxito en entornos de trabajo remoto.

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1. Contrata tomando en cuenta la inteligencia emocional

En mi experiencia, la inteligencia emocional es el atributo número uno que determina si alguien puede trabajar de manera efectiva de forma remota.

Los estudios muestran que los trabajadores remotos trabajan más y con mayor intensidad; un estudio reciente que siguió a 60,000 empleados de Microsoft mostró que el trabajador promedio ahorraba 72 minutos en desplazamientos diarios, pero pasaba media hora extra trabajando cada día, un total de dos horas adicionales por semana.

Debido al tiempo extra invertido en el trabajo, un desafío mayor es asegurarse de que los trabajadores remotos no se agoten. Como líder, realiza un esfuerzo adicional para preguntar a las personas cómo están, porque no te los encontrarás en el pasillo — conversaciones breves de 15 minutos sin una lista de tareas pendientes son una excelente manera de conectarse y mantener a las personas emocionalmente comprometidas de manera inteligente.

No es tan difícil cuantificar la inteligencia emocional — los empleados emocionalmente inteligentes son empáticos, autodirigidos, saben cómo expresar sus necesidades, son curiosos y receptivos a la retroalimentación. Las personas emocionalmente inteligentes también saben cómo y cuándo trabajan mejor.

El progreso, más que la perfección, impulsa a las personas emocionalmente inteligentes, por lo que el siguiente consejo resulta fundamental para el éxito en la cultura de trabajo remoto.

La cultura de trabajo remoto requiere de respeto mutuo. Los líderes también deben ser emocionalmente inteligentes, buscar ser empáticos y orientados a soluciones en lugar de ser ejecutores. Los líderes deben comunicar en exceso sus agendas y disponibilidades como ejemplo en lugar de un requisito; los miembros del equipo emocionalmente inteligentes captarán la señal.

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2. Establece metas y objetivos claros

Cuando escucho historias de gerentes que descubren que los empleados han estado usando rastreadores de pantalla para dar la impresión de que están trabajando, sé que no han contratado por inteligencia emocional y sé que tampoco han establecido metas y objetivos claros.

Los líderes modernos debemos replantearnos cómo evaluamos a los miembros del equipo.

Según un estudio de la Universidad de Stanford, los trabajadores remotos son un 13% más productivos. ¿Por qué desperdiciar esta productividad insistiendo en el seguimiento de horas? Incluso en un entorno de oficina, nadie se sienta en su escritorio diez horas al día y trabaja productivamente.

Así es que, en lugar de pensar en la productividad en términos de horas trabajadas, piensa en la producción en términos de contribuciones. ¿Qué debería estar entregando un empleado? ¿Qué indicadores clave de rendimiento (KPIs) debe considerar por sí mismo? ¿Cuál es la contribución esperada de su rol? De repente, los líderes tienen una visión clara de los miembros más valiosos de su equipo y cada integrante sabe qué se espera de él.

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3. Usa la tecnología, pero con prudencia

Se necesitan de 15 a 20 minutos para entrar en el estado de flujo, lo que significa que cada vez que nos interrumpen, nos lleva ese tiempo volver a alcanzar el nivel de productividad en el que nos encontrábamos justo antes de la interrupción. Todos nos hemos acostumbrado a los múltiples beneficios de productividad de la tecnología, pero no todos los beneficios tecnológicos mejoran la productividad.

Las notificaciones son enemigas del enfoque. Establece una jerarquía de comunicación. Por ejemplo, la comunicación no urgente o externa generalmente puede ocurrir por correo electrónico. Slack y/o Teams, prácticamente necesarios para la cultura remota, son excelentes para preguntas rápidas o asuntos urgentes. Pero es esencial utilizarlos como canales de comunicación profesionales, no como espacios para charlas informales. Tener un canal de comunicación que emita sonidos y notificaciones con GIFs e hilos de memes todo el día no resulta productivo. No es que no haya lugar para la diversión; es que en un entorno remoto, proporcionar enfoque es más importante que proporcionar distracción. Después de todo, a diferencia de los entornos de oficina tradicionales, un miembro del equipo puede dar un paseo por la cuadra o abrazarse con su mascota durante diez minutos para desahogarse; no necesitan un chat intraoficina para eso. Normaliza formas de desestresarse en lugar de tener un canal de Slack que emita sonidos y notificaciones todo el día con quejas menores.

He descubierto que el software de gestión de proyectos implica mucho más trabajo para nuestros equipos del que ahorra. Existen algunas excepciones, pero creo que la mayoría de los equipos pueden trabajar de manera efectiva sin una plataforma de terceros. Excel y Google Sheets pueden enviar un correo electrónico cuando se actualizan los documentos. Úsalos.

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Programar reuniones nunca ha sido más fácil, pero eso también significa que es más complicado que nunca tener control de tu calendario. Habilitar tiempos "sin reuniones" en toda la empresa (los viernes son un buen día para hacerlo) es un excelente uso de las herramientas de calendario y garantiza a todos un tiempo de productividad. Además, está genial que tengamos tantas formas de comunicarnos, pero si hay más de tres mensajes o correos electrónicos sobre un mismo tema, es hora de programar una llamada. Enviar correos electrónicos de un lado a otro lleva a rendimientos decrecientes cuando podría resolverse fácilmente con una llamada de diez minutos.

El trabajo remoto llegó para quedarse; es importante que las empresas modernas encuentren su lugar en este nuevo orden profesional. Proteger el equilibrio, las contribuciones y el enfoque son los pilares del éxito tanto para los líderes como para sus equipos.