Ser emprendedor casi acaba con mi matrimonio. Aquí hay 4 maneras en que tu relación puede tener éxito pese a los retos del emprendimiento Los emprendedores pueden aprender de mi experiencia probando los lazos de compromiso, relaciones familiares y esperanza.
Por Clate Mask Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
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Cuando cofundé Keap con mis cuñados en 2001, no tenía idea del alcance de los desafíos que teníamos ante nosotros. En particular, no sabía que la tensión del emprendimiento se acumularía hasta que, un día, amenazaría con aplastar mi matrimonio. Esto es lo que me sucedió en aquel entonces y lo que todos los emprendedores pueden aprender de mi experiencia probando los lazos de compromiso, relaciones familiares y esperanza.
Consigue un trabajo de verdad
En 2003, mi esposa Charisse y yo tuvimos una intensa conversación sobre nuestras finanzas y mi negocio en ciernes. Estaba construyendo Keap con sus dos hermanos, y ella siempre había creído en nosotros y en nuestra misión. Pero, como madre de nuestros cuatro hijos (en ese momento), ella era consciente de lo sombría que era nuestra situación financiera. Era tan mala que mis padres solían traernos comida para que nos alcanzara a todos.
Ese fatídico día, mi esposa dijo las siete palabras que ningún emprendedor quiere escuchar: "Tienes que conseguirte un trabajo de verdad". No era la primera vez que las decía, pero sí era la primera vez que yo comprendía la gravedad de su significado. Cuando fui a trabajar al día siguiente, Charisse me pidió que le prometiera que buscaría ese "trabajo de verdad". Estuve de acuerdo, al saber que esto podría terminar con nuestro matrimonio si me clavaba incluso un día más.
Solo sigue adelante
Al día siguiente, fui a trabajar, con la intención de cumplir la promesa que le hice a mi esposa. Tomé nuestra conversación en serio y yo mismo estaba empezando a sentirme bastante desesperado. Pero cuando llegué a la oficina, experimenté lo que todos los emprendedores suelen experimentar: estaba completamente absorto en mi trabajo. Antes de darme cuenta, eran las seis de la tarde y hora de irme a casa. Llegué a mi auto y el pánico me golpeó de lleno. Tenía que enfrentarme a mi esposa, quien me preguntaría si había buscado el trabajo que había prometido buscar, y yo tendría que decirle que no.
Cuando llegué y entré en la casa, me encontré a Charisse preparando la cena. Como era de esperar, se dio la vuelta y me dijo: "¿Buscaste trabajo hoy?" Me derrumbé y tuve que admitir que no lo había hecho; me preparé para lo que seguramente vendría. En cambio, mi esposa se me acercó, me dio un gran abrazo y me agarró muy fuerte.
Le pregunté qué estaba pasando y respondió: "Sigue adelante". Me dijo que se había dado cuenta de que todo estaría bien y que creía que Dios sabía lo que estaba sucediendo y que seguiríamos adelante. En ese momento, estaba tan abrumado de gratitud por su compromiso que sentí la oleada más intensa de energía. Sus palabras y el hecho de que creyera en mí, a pesar de los obstáculos a los que nos enfrentábamos, significaron todo.
Cómo seguir adelante y mantener tus relaciones intactas
La moraleja de esta historia es que, ya sea que estés casado o soltero, el espíritu emprendedor afectará tus relaciones más cercanas. A través de más de 20 años de andar por este camino, he aprendido que puedes decidir qué tipo, y qué tan significativo, es ese impacto. Si estás luchando con este problema, he aprendido cuatro lecciones que ayudan a que esto funcione y que quiero compartir contigo.
- Pide el tipo específico de apoyo que necesitas. Algunas personas necesitan apoyo en forma de palabras de aliento, mientras que otras necesitan un abrazo. Hay otros que quieren un poco de tiempo a solas, una comida calientita o el regalo del silencio. No seas tímido al pedirle a tu cónyuge, pareja, padres o amigos lo que necesitas. Es posible que no siempre puedan proporcionártelo exactamente como lo imaginas, pero serán más felices sabiendo cómo ayudar de una manera significativa. Y estarás al menos un poco más cerca de contar con el apoyo que realmente anhelas.
- Guarda tu tiempo y presencia. A Jim Elliot se le atribuye haber dicho: "Dondequiera que estés, sé todo allí". Para que tu negocio y tus relaciones familiares prosperen, debes de apoyarte en esta filosofía con todas tus fuerzas. Cuando estés en el trabajo, enfoca el 100% de tu atención allí para escuchar a tus empleados e idear tu visión. Cuando estés en casa, silencia tu teléfono o incluso déjalo en tu automóvil (como yo lo hago) para que la tentación de la distracción ni siquiera esté a la vista o al alcance del oído. Esto le da a las personas y a las tareas frente a ti la atención y el tiempo de calidad que merecen.
- Coloca las herramientas adecuadas en su lugar. Como emprendedor, usas todos los sombreros y haces de todo, pero en realidad no tienes que hacerlo. Hay tanta tecnología hoy en día que puede ayudarte a automatizar prácticamente cualquier proceso, ahorrándote tiempo valioso para invertir en otras áreas. Haz uso de ella. Además, considera qué otras herramientas pueden ayudarte a maximizar tus días. ¿Un coach de negocios? ¿Una herramienta organizativa? ¿Un asistente? Pon tus sistemas en su lugar y te sorprenderás de lo mucho que puedes hacer en un solo día.
- Contrata a las personas adecuadas. Finalmente, necesitas tener un equipo con similitudes y diferencias. Debes estar alineado en torno a tu misión y trabajar al unísono hacia objetivos compartidos. Pero también debes contratar a personas con diferentes conjuntos de habilidades y perspectivas que las tuyas. Esto te ayudará a crear una empresa robusta y próspera construida sobre una base sólida.